Política

La demanda ecológica de El Paranacito

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En septiembre de 2016 el ministro de Infraestructura, Fabián Echezarreta presentó en la Isla del Cerrito el Plan Maestro de la Región Humedales. Entre sus objetivos se destacan el de fortalecer las acciones que la Provincia define en orden a la conservación y gestión sustentables del Humedal Chaco y su biodiversidad, en base a su importancia ambiental, social y económica.



De ese trabajo se contaba entonces que el trabajo era “coordinado” por la Subsecretaría de Planificación y Proyectos dependiente de Infraestructura en conjunto con las distintas áreas de Gobierno, municipios y equipo de consultores del Consejo Federal de Inversiones (CFI).



Incluso se detalló que los planes maestros “ponen en sinergia las acciones de distintos Ministerios del Gobierno que articuladamente trabajarán con la finalidad de aportar un Plan de desarrollo territorial que permita el fortalecimiento y la conservación sustentable del sector Humedal y su biodiversidad en base a su importancia ambiental, social y económica”.



Entre los alcances técnicos del programa, según el gobierno, se potencian las características productivas y turísticas para garantizar la sustentabilidad del ecosistema de la población residente.

La reinauguración de El Paranacito prometía devolverle un balneario al área metropolitana  a aquellos que no pudieron viajar a las playas mexicanas, colombianas, las más tradicionales brasileñas o las de territorio bonaerense, o que diariamente migran a costas correntinas para mitigar el calor de la temporada estival.



Pese a que originalmente no se presentaba como dentro de la primera etapa del Plan Maestro, Vilelas fue incluido con Isla del Cerrito, Colonia Benítez, Margarita Belén, Las Palmas, La Leonesa, General Vedia y Puerto Bermejo, el calendario de obras de Infraestructura.



Ese menú de acciones sin embargo, terminó estrellándose contra la realidad en Puerto Vilelas. Del papelón de la inauguración del gobernador Domingo Peppo -en bermudas- flanqueado por el propio Echazarreta y el intendente Marcelo “Colo” González. La gente acudió masivamente y muchos –muchos más de los que se informaron-, fueron atacados por palometas.

 

En el mismo día del debut, la naturaleza denunciaba el fracaso de la aspiración máxima. El balneario. El periodista José Viñuela -que parece haber encontrado en la región un nuevo modelo de comunicación con sus videos en la red social Facebook-, puso blanco sobre negro el detalle de cuál era la propuesta. No era la ribera de El Paranacito lo que se había habilitado, sino la laguna interna en la que se colocaron mallas para dejar de un lado a las palometas y del otro el presunto lugar seguro para los bañistas.



La alarma luego del ataque de palometas dejó espacio para ir corriendo el velo sobre la masacre ecológica que representó la idea de que la gente vuelva a bañarse en esas aguas, histórica y llamativamente saladas.



Tras el ataque de al menos 14 casos de personas que denunciaron mordeduras de palometas, el balneario se cerró y el agua comenzó a drenarse para secar la laguna y acceder a las mallas. Viñuela revela una conversación suya con el intendente González en la que limita ese desagote al nivel suficiente para “reparar las mallas”.



Sin embargo la duda es si secaron completamente la laguna. Una vez, para instalar las mallas y otra ahora para intentar “solucionar el problemas de las palometas”.



El radicalismo de Puerto Vilelas, denuncia a través de su concejal Luisa Palaya que del lugar se movieron –sin que exista evidencia de que se hayan tomado recaudos- todo un ecosistema (yacarés, víboras, tortugas, peces y aves) y dejaron sin camalotes el lugar donde anidaban las aves acuáticas.



Por cuestiones mucho menos triviales que un balneario se han sacrificado ecosistemas. Sólo por citar ejemplos cercanos las represas de Itaipú, Yacyretá o Salto Grande, cada una de ellas fue evolucionando en la manera de rescatar la fauna de la zona que iba a inundarse.  Y claro está hubo especial preocupación por documentar ese tipo de salvataje. Especie por especie, aunque hubiera que hacerlo de manera individual.



La presentación del Plan Maestro Humedales se realizó en septiembre y preveía “a partir del estudio de las necesidades y potencialidad de cada pueblo y activa participación de los ciudadanos y jefes comunales el equipo técnico elaborará proyectos estratégicos que apuestan a fortalecer la infraestructura y servicios para posicionarlos como centros turísticos y productivos de referencia para la Región”.



Sólo una parte de lo que se anunció en el manejo del Plan se ejecutó aquí. Las obras de infraestructura para la explotación, presuntamente turística. “Yo siempre digo que hay dos  cuestiones que son fundamentales en un territorio”, dice el gobernador Peppo en  un conmovedor video utilizado para la presentación “el recurso humano” y “el recurso natural”.



El recurso natural fue intencionalmente  y avisamente destruido. Pero no solamente para la puesta en marcha del balneario, fue revictimizado luego para encontrarle la vuelta a la presencia de las palometas.



“Este es el desastre ecológico que está causando el intendente de Puerto Vilelas, Marcelo González, al cerrar la boca del riacho Arazá donde se une con el riacho El Tala impidiendo la corriente del agua. Por su capricho en hacer funcionar el balneario, El Paranacito, a cualquier costo.

 

No le interesa, la fauna, la flora, ni nada .Tampoco les interesa los pobladores de su localidad, que muchos de ellos viven de la pesca. Dónde está Fauna que anoche estuvo en este camino controlando a los pescadores? Dónde está la Secretaría de Medio Ambiente, acaso no existe?”, pregunta la concejal Palaya con un revelador video de una gran mortandad de peces.



Palaya pone en evidencia la ausencia de las otras dos áreas que integran el Plan Maestro, el Ministerio de Producción que maneja el área de Fauna y Flora y el de Medio Ambiente.

 

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