Tal y como adelantó ABC el pasado 20 de mayo, la Fiscalía de la República Democrática del Congo (RDC) ha solicitado finalmente la pena de muerte para 50 de los 51 acusados por el intento de golpe de Estado perpetrado el pasado 19 de mayo. Se da la circunstancia de que entre los acusados hay tres ciudadanos estadounidenses, lo que podría implicar una intervención inmediata del gobierno americano.Entre los detenidos, se encuentran tres estadounidenses, incluyendo a Marcel Malanga, hijo del líder del golpe, el activista de la diáspora congoleña Christian Malanga, que fue abatido por las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC) durante los hechos. Los otros dos norteamericanos identificados son Benjamin Reuben Zalman-Polun y Taylor Thomso n.El fiscal, el teniente coronel Innocent Radjabu Bashiru ha solicitado ante el tribunal militar de la capital, Kinsasa, donde el pasado 7 de junio se inició el juicio, «una única pena, la más severa, la pena de muerte», según publican los medios locales.Noticia Relacionada reportaje Si La macro cárcel congoleña de Makala se ve obligada a liberar presos Gabriel González-Andrío La medida del Gobierno ha sido tomada para intentar rebajar la presión sobre las prisiones, donde las condiciones son inhumanas y se encuentran por encima de su capacidadConviene recordar que este hecho ha coincidido con la reciente reinstauración de la pena de muerte en la RDC. La moratoria sobre la pena capital se remontaba a 2003, cuando era presidente Joseph Kabila. Esta nueva ley se aplica -según comentaban en el gobierno congoleño- contra los militares e incurran «en traición» y los culpables de «bandidaje urbano causante de muertes».Según las primeras informaciones, solo uno de los acusados congoleños ha sido declarado no culpable, tras someterse a un examen médico que detectó que esta persona padecía problemas de salud mental.«En aplicación del artículo 7 del Código Penal Militar», Bashiru pidió a la corte que dicte, además, «la confiscación en beneficio del Estado congoleño de todos los objetos utilizados en la comisión de delitos, a saber, armas, drones, indumentaria de los atacantes, banderas y otros objetos», entre otras medidas.Tras el cierre de los alegatos de la acusación, tendrán ahora lugar los de la defensa en un juicio en el que los acusados se enfrentan a siete cargos de atentado, terrorismo, posesión ilegal de armas y municiones de guerra, tentativa de asesinato, conspiración para delinquir, asesinato y financiación de terrorismo.Golpe fallidoEl intento de golpe de Estado tuvo lugar la madrugada del pasado 19 de mayo, cuando decenas de guerrilleros congoleños y extranjeros -encabezados por el activista Christian Malanga - asaltaron el palacio presidencial con el objetivo de deponer al presidente del país, Félix Tshisekedi.Durante el asalto, Christian Malanga, quien afirmaba ser un antiguo militar, emitió varios vídeos en Facebook donde se veía a un grupo de hombres armados y con uniforme militar en el vestíbulo y los jardines del Palacio de la Nación, residencia oficial de Tshisekedi.«Disfruten de la liberación de nuestro nuevo Zaire», clamó Malanga en inglés, mientras los asaltantes quemaban banderas de la RDC y portaban otras del Zaire, antigua denominación del país durante la dictadura de Mobutu Sese Seko de finales del siglo pasado.Asimismo, varios hombres armados también entraron en la residencia del vice primer ministro y ministro de Economía, Vital Kamerhe , que resultó ileso, aunque al menos tres personas murieron en el asalto, incluyendo dos policías encargados de la seguridad del político y un agresor.Christian Malanga, de 41 años, era muy conocido en los círculos de la diáspora congoleña en Estados Unidos por sus discursos contra el poder. Lideraba el movimiento New Zaire (Nuevo Zaire) y el Partido Congoleño Unido (PCU), y llegó a declarar su intención de presentarse a la Presidencia del país.Nacido en 1983 en la entonces República del Zaire, Malanga creció en la comuna de Ngaba, en Kinsasa, y vivió en Sudáfrica y Esuatini (antigua Suazilandia) antes de instalarse en Estados Unidos.