Donald Trump vive una situación sin precedentes: es, a la vez, presidente electo de EE.UU. y un convicto por la comisión de delitos en espera de su sentencia. Tras su victoria en las urnas a comienzos de este, la posibilidad de que el multimillonario neoyorquino cumpliera una pena por alguna de las cuatro causas criminales que le persiguen desde el año pasado era improbable. Ahora, todo apunta a que no ocurrirá, al menos en el corto plazo, con la única que fue a juicio y en la que fue declarado culpable: la fiscalía de Nueva York ha solicitado al juez del caso, Juan Merchan, que suspenda la imposición de sentencia a Trump hasta que el multimillonario neoyorquino deje la presidencia.La petición de la fiscalía tiene que ver con estas circunstancias extraordinarias que rodean a Trump: dentro de dos meses, jurará su cargo como presidente de EE.UU., está en plena transición hacia el cargo -por ejemplo, ya ha empezado a recibir información de inteligencia-, el cumplimiento de condenas sería una pesadilla y hay dudas de que su declaración de culpabilidad no se vea afectada por la sentencia sobre inmunidad presidencial que emitió el Tribunal Supremo este verano.Noticia Relacionada estandar No El equipo de Trump: Musk, un antivacunas, un comentarista de la Fox, el zar de la frontera y la novia de Moscú ABC Susie Wiles, Robert F. Kennedy, Marco Rubio o Tom Homan; el nuevo gabinete que anuncia el presidente electo«El ministerio público respeta el cargo de presidente, es consciente de las demandas y obligaciones de la presidencia y reconoce que la inauguración del defendido provocaría cuestiones legales sin precedentes» , explicó la fiscalía en su escrito. «Pero también respetamos profundamente el papel fundamental del jurado en nuestro sistema constitucional», añadió sobre la decisión tomada por un jurado de doce ciudadanos de declarar culpable a Trump el pasado junio, algo ocurrido muchos meses antes de que ganara la elección. Le consideraron culpable de los 34 cargos que enfrentaba por falsificación de documentos financieros para ocultar una romance con una actriz porno antes de las elecciones de 2016. La máxima pena que podría recibir por ello es de cuatro años de prisión, aunque lo más probable es que fuera mucho menor o que se quedara en una multa o libertad condicional.La defensa de Trump ha solicitado al juez Merchan que desestime el caso y renuncie a imponer una sentencia. La fiscalía, con la dirección de Alvin Bragg, quiere que lo deje \'congelado\' durante los cuatro años que el próximo presidente pase en la Casa Blanca -no podrá ir a por la reelección, ya habrá cumplido el máximo de dos mandatos- y recuperarlo cuando vuelva a ser un ciudadano sin prerrogativas.Estaba previsto que Merchan tomara una decisión sobre la sentencia de Trump la semana que viene. Ahora, la defensa de Trump inicia una batalla para que desestime la causa que, sin duda, retrasará su decisión. Lo único es seguro es que la estrategia de Trump ha funcionado: consiguió retrasar y entorpecer sus procesos criminales hasta después de la elección y las urnas le han dado una victoria electoral que también es, en la práctica, judicial.