Es muy importante el hecho de haber descubierto, encontrado y detenido al delincuente más buscado del continente. José Rodolfo ‘El ruso’ Lhorman en Portugal un ladrón y secuestrador consuetudinario. Para ponerle algo de luz al capítulo interminable y doloroso del secuestro de Cristian Eduardo Schaerer, cuyo hecho sumará 14 años de incógnita el próximo 21 de septiembre, sobre el paradero final del muchacho correntino capturado en el inicio de aquella primavera de 2003.
Eso nadie lo duda.
Pero lo más dramático, espeluznante, atroz, es lo que sucede con nuestras fronteras, como aquellos años de 2001 (que empezó a llevarse la Presidencia Radical de De la Rúa), 2002 y 2003. Según lo certifican los testimonios de los condenados del ‘caso Schaerer’ sobre cómo lo “movieron” a Cristian, paseándolo como ‘Pancho por su casa’ por barrios y aguantaderos de nuestra capital, Saladas, Paso de los Libres, Uruguayana, Ciudad del Este, Posadas, Candelaria, Paraguay y vaya a saberse cuantas otras latitudes más. Así durante más de medio año (septiembre 2003/abril 2004).
Está claro que la frontera, el límite político, la línea de seguridad o punto geográfico limitante, no existe de ninguna manera. Sobre todo para nuestra seguridad. Sino no podría explicarse cómo se movieron con total tranquilidad, impunidad y tranquilidad estos delincuentes, entrando y saliendo de la Argentina. Cuando quisieron y cómo quisieron.
Como que si en lugar de llevar consigo a un joven capturado, estuvieran trasladando un paquete de caramelos o una bolsa de papas. Nada menos.
Así estaba nuestra frontera que en algo cambió durante los últimos años. Poquito, pero algo es algo. Ahora nuestro país sigue con sus tranqueras abiertas, pese a los anunciados protocolos de seguridad e inmigraciones que, aparentemente, quieren impedir el acceso de delincuentes y personas con causas pendientes ante la justicia, a nuestra sociedad.
Para mal o para bien, Argentina sigue siendo un país de puertas abiertas. Buena circunstancia para algunas cosas, peligrosa situación para otras.