Internacionales

La guerrilla del M-23 toma un aeropuerto clave del Congo mientras su presidente busca ayuda exterior

Después de varios días de asedio, la guerrilla del M-23 apoyada por Ruanda se ha hecho este viernes con el control del aeropuerto de Kavumu, la principal infraestructura de transportes de Bukavu, capital de la provincia congoleña de Kivu Sur. Como consecuencia, miles de personas están abandonando sus hogares y huyendo en busca de refugio al otro lado de la frontera.Mientras sigue perdiendo territorio, el presidente de la República Democrática del Congo , Felix Tshisekedi, busca este viernes apoyo internacional en la Conferencia de Seguridad de Múnich y el sábado asiste a la cumbre de la Unión Africana en Etiopía. El encuentro abordará esta nueva guerra en el Congo, que ha dejado ya 350.000 desplazados según la ONU.El aeropuerto de Bukavu se encuentra a solo 20 kilómetros al norte de Bukavu, objetivo desde el martes de una nueva ofensiva del M-23 tras acusar al Ejército congoleño (FARDC) y a sus milicias aliadas de cometer «atrocidades» contra la población civil. La nueva conquista tiene lugar después de haber conquistado días atrás la ciudad de Goma, capital de Kivu del Norte, donde la ONU ha confirmado unos 3.000 muertos pero podrían ser hasta 5.000.Noticia Relacionada R. D. del Congo estandar Si Los presos de la cárcel de Goma violan y queman vivas a más de 160 reclusas durante una fuga masiva Gabriel González-AndríoGoma y Bukavu se encuentran al este de la República Democrática del Congo (RDC), junto a la frontera con Ruanda. Las tropas del ejército congoleño, apoyadas por soldados de Burundi y los guerrilleros \'wazalendo\', grupo rebelde que lucha contra el M-23, no pueden hacer frente a estas tropas bien formadas y financiadas por Ruanda.Sus milicias no solo han tomado el aeropuerto, sino la ciudad homónima que se encuentra al lado de las instalaciones. Kavumu y sus alrededores «han sido liberados y ahora están bajo control del M23», ha anunciado en su cuenta de la red social X Lawrence Kanyuka, portavoz de la Alianza del Río Congo, la entidad política que tiene en la milicia a su grupo más destacado.PsicosisSegún cuenta a ABC un médico que vive en Bukavu y prefiere mantenerse en el anonimato, «actualmente vivimos en un estado de psicosis total. Las informaciones que recibimos recientemente indican que los rebeldes del M-23 han conseguido romper una línea de defensa del Ejército congoleño, atravesando el parque Kahuzi-Biega, y prosiguen su avance de forma inexorable. La preocupación por esta amenaza, que crece día a día, es cada vez mayor».Una activista cuenta también desde Bukavu que «el objetivo prioritario del M-23 era llegar al aeropuerto porque es la vía de abastecimiento y de huida –aparte de Ruanda –, que les queda y por eso la situación es muy tensa. Además, sigue habiendo crímenes».«Ayer mismo, el hermano mayor de uno de mis colegas fue asesinado en su casa sobre las seis de la tarde por dos soldados. Era taxista y estaba en casa bebiendo una cerveza con un amigo cuando dos soldados les dispararon a quemarropa. Ambos murieron en el acto. En estos momentos, mucha gente prefiere quedarse en casa por precaución. Esto ya forma parte de nuestra vida cotidiana, no son historias que escuchamos sino que vivimos», añade.Según esta activista, hace unos días «comenzó un juicio en Bukavu a 94 soldados \'wazalendo\' que habían saqueado y asesinado a personas cerca del aeropuerto e incluso en la ciudad». Niños soldadoAl parecer, los wazalendo «están reclutando a jóvenes en Bukavu y, solo tres días después, ya estaban armados», comenta. «La mayoría de estos jóvenes son niños de la calle sin preparación, moral ni ideología. Esto es muy peligroso para la población. Además, todos los que huyeron de Goma han terminado llegando a Bukavu», relata.La inseguridad, tanto en Goma como Bukavu, ha aumentado exponencialmente en los últimos días. «Hay que tener cuidado todos los días y, cuando estás fuera, quieres hacerlo todo muy rápido para poder volver a casa pronto», cuenta otra ciudadana. Según informa la prensa local, la población de Bukavu vive bajo una enorme tensión entre el miedo y el éxodo, mientras que el futuro de la región parece cada vez más incierto. Según los testimonios recogidos sobre el terreno, «la preocupación es palpable. Mucha gente ha huido a países vecinos como Burundi y Tanzania. La demanda de productos de primera necesidad se dispara, especialmente la harina y la sal». Más allá del clima de miedo, la economía local se está viendo muy afectada por la crisis. La parálisis del comercio, el aumento de los precios y la dificultad de suministro de mercancías han sumergido a la población en una situación cada vez más precaria tanto en Goma como en Bukavu.Por otro lado, miles de personas están abandonando los campos de desplazados situados a las afueras de Goma y sus alrededores, en la provincia de Kivu Norte. Se dirigen a la ciudad, zonas vecinas o, incluso, hacia sus lugares de origen. Según las estimaciones de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), más de 110.000 personas han dejado los asentamientos. Tal y como describe el responsable de los programas de emergencia de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Goma, Thierry Allafort-Duverger, «algunos campos se han vaciado en pocas horas. La gente se va con lo poco que tiene. No sabemos en qué condiciones volverán a casa ni qué encontrarán allí».

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