Política

La interna Justicialista en Corrientes

Los mismos de siempre se reúnen, hablan con el Interventor, imaginan soluciones internas, ponen fechas y las cambian. Las bases del Movimiento exigen una estructura interna capaz de contener la unidad conceptual del Peronismo, bajo una conducción ejercida por los más representativos y capaces.

Algunas agrupaciones internas, cada una por su lado, hacen su militancia, están aquellos que de tanto en tanto hacen una visita por el interior provincial, aquellos que visitan a compañeros en los barrios, los que pasan videítos de las actividades que realizan, los que nos informan por redes de los desaciertos del gobierno, están aquellos que militan solo por WhatsApp. Y por otro lado está el peronismo llamémosle “vital”, el del hombre común que tiene que afrontar su pensamiento todos los días en la calle, el trabajo, en la familia, en todos los lugares a los que concurre, defendiendo una esperanza de vida. Esa cotidianeidad peronista está siendo ninguneada. No abusen.

Eso de que siempre son los mismos los que se reúnen, los que hablan con el Interventor, los que imaginan soluciones internas, que ponen fechas y las cambian antes de que se consoliden, están entre las principales preocupaciones de los compañeros. Veamos, se habló de elecciones internas antes de las elecciones generales del año pasado, luego se pasó para los primeros meses de éste año, posteriormente se dijo agosto y hoy ya se habla del tercer trimestre del año. Y algunos en privado dicen internas no habrá.

Institucionalmente el Partido no existe. Existen compañeros con el bastón de mariscal, esto es con legítimo derecho, que en sus presentaciones se referencian en el PJ, esto lleva a la confusión del peronista, ¿todos hablan por el peronismo? se preguntan. ¿Será que la “unidad” está “sellada y cerrada”? Algunos el bastón lo usan más para pegar al compañero (palabras de CK) que como símbolo de poder.

Opinión personal, es que no sirve un Interventor del Partido solo para cumplir la función administrativa de llevarnos a elecciones. La intervención partidaria, no es judicial, meramente instituyente. Es política, designada por autoridad política, con trayectoria militante y debe conducir no solo hacia la interna sino hacia la unidad, anterior al acto eleccionario interno, de tal manera que permita la subsistencia posterior al mismo, única manera del que aquel que pierda acompañe.

Me refiero con esto a la presencia Partidaria, el Interventor/a opinando de políticas públicas del gobierno provincial, o debatiendo con los legisladores cuál es la posición política más adecuada. Visitando el interior, locales sindicales, invitando agrupaciones al diálogo, el Interventor conoce poco del Peronismo Correntino y el Peronismo local no lo conoce a él. Algún que otro comunicado firmado como PJ, que nadie sabe quién hace porque nadie firma. Ah, el interventor también aparece al momento de darle legalidad a las candidaturas “dedocráticas”, así nos encontramos entre otras cosas, con legisladores que no tienen compromiso con nadie, que dejan de pertenecer al espacio antes de asumir o que asumen cuando quieren. Se ha designado recientemente a una compañera también como interventora, centramos esperanzas en una gestión exitosa.

La Unidad Básica, aquella célula político social, que siempre hizo grande al Peronismo pareciera que desapareció. No pueden burlarse las aspiraciones de las bases del Movimiento, que exigen una estructura interna capaz de contener la unidad conceptual del Peronismo, bajo una conducción ejercida por los más representativos y capaces.

Los cuadros y militantes peronistas deben movilizarse para romper la atonía actual, que dispersa y detiene la acción de conjunto. Algunos ya lo hacen, en la casa partidaria y fuera de ella, hay un





Si bien institucionalmente somos un Partido político, estratégicamente somos mucho más, columna vertebral del Movimiento de Liberación Nacional, una definición no sólo política sino también con sentido ideológico y esta aclaración debe servirnos, además, para comprender el sentido de los agrupamientos internos que componen el Movimiento y finalmente deben confluir, por necesidad electoral, en el Partido o en el Frente que éste conforme. Porque en última instancia ahí es donde todos estaremos contenidos, todas las agrupaciones de base, y también aquellas que con poca base y mucha superestructura pretenden erigirse en quienes legitiman a los compañeros que deben cumplir las diferentes funciones. Casi siempre lo logran, se quedan con cargos o pequeñas estructuras de poder que al final no sirven para el conjunto, dispersan y terminan jugando para el enemigo político.



SI bien la conducción debe tener sentido vertical de arriba hacia abajo, previo a ello debe constituirse democráticamente, esto es a la inversa de abajo hacia arriba. Ese es el mandato representativo en términos Peronistas, según enseñaba el propio Perón. Esto no es sólo metodología, es inteligencia política expuesta por el Conductor, así nace la organización, esa que vence al tiempo, con el dedo no alcanza.



El espejo nacional sirve de poco y nada, el dedo nacional mucho daño nos hizo en la provincia y también en las candidaturas nacionales, Scioli o Fernandez son un ejemplo. Recientemente se reunió el congreso partidario nacional y pasó desapercibido, las mismas falencias, la misma dispersión que en años anteriores, tal vez peor, nada de autocrítica, la mayoría de “la vieja” dirigencia no la va hacer y “la nueva” tiene los mismos vicios y algunos peores. No podemos repetir errores que nos han llevado de fracaso en fracaso.



Cristina, con el magnetismo que la caracteriza encabezó un acto en Quilmes y me duele solo pensarlo, creo que en su mensaje dilapidó parte de esa atracción, una alocución brillante, erudita, pero con datos incomprensibles para la mayoría, que esperaba gestos conductivos y señales unitarias. Ningunear a Kicillof, como si no hubiese estado presente, el funcionario con mayor jerarquía que tenemos y una clara promesa, para apoyar sin medias tintas al sector comandado por Máximo, se puede decir es un acto de egoísmo. La jefa debe reducir los riesgos no aumentarlos.



Estamos hablando de política, de la necesidad de la toma del Poder para la realización de ideales y por tanto el pensamiento y el accionar deben estar puestos en el conjunto, en la necesidad de consolidar el Movimiento, de evitar actitudes disolventes o alentar la división. El Peronismo es inalienable e intransferible, no puede entenderse como una singularidad, ni un bien personal, ni propiedad, ni herencia vacante. El Peronismo debe entenderse como estrategia comunitaria, no solo para los peronistas sino para todos los argentinos. No es un club de amigos.



Las faltas de altruismo, en nuestro movimiento deben ser sometidas al sacrificio, los objetivos individuales, de ser necesario, deben ser ofrecidos en generosa renuncia, Evita nos enseñó el camino.subsuelo que crece inadvertido mente.



Por Germán Wiens





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