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La mansión de Mar-a-Lago se torna centro del poder mundial

Por unas semanas, el poder en Estados Unidos ha dejado de residir en la Casa Blanca para trasladarse 1.600 kilómetros al sur, a Mar-a-Lago. Desde su mansión y club privado en Florida, Donald Trump opera como presidente electo: recibe visitas clave, define nombramientos, anuncia ministros y organiza reuniones bilaterales. La primera de estas reuniones ha sido toda una declaración de intenciones: Javier Milei , presidente de Argentina, fue el primer invitado. En su encuentro, comenzaron a trazar un camino conjunto que incluye acuerdos económicos, apoyo para el refinanciamiento de la deuda argentina y un enfoque más flexible en políticas medioambientales.Florida, que recupera su lugar como epicentro del poder latinoamericano, simboliza el nuevo eje político regional. Trump, quien se empadronó en este estado en 2019, marca un hito al ser el primer residente de Florida en ganar la presidencia. Durante su reunión, Milei afirmó que la ola de gobiernos de izquierda que había barrido el continente comienza a desvanecerse. «Hay una mayoría silenciosa, o más bien silenciada, que ha empezado a hacerse escuchar, pese a que los enemigos de la libertad se aferran al poder con propaganda, tergiversación y censura», señaló el argentino. Trump, por su parte, elogió a Milei, asegurando que «ha hecho un trabajo fantástico en un período de tiempo muy corto». Ambos delinearon no solo una alianza estratégica, sino también un mensaje político claro: el regreso de la derecha populista en las Américas.Desfile de aspirantesMientras en Washington prevalece una atmósfera de depresión colectiva –el 92,5% de su electorado votó demócrata–, en Mar-a-Lago se diseña el rumbo del país para los próximos cuatro años. Todos los aspirantes a formar parte del gabinete desfilan por la mansión, en un ritual casi litúrgico de peregrinaje político. Elon Musk, el hombre más rico del mundo, ha sido visto allí con frecuencia, hasta el punto de que Trump bromeó el jueves: «No puedo librarme de él». Incluso Robert Kennedy Jr ., futuro secretario de Sanidad, mantuvo una reunión con Milei en ese entorno.Noticia Relacionada estandar Si Trump recibe a Milei: «Es increíble lo que estás logrando» David Alandete | Corresponsal en WashingtonA pocos metros, los miembros del club, quienes pagan una elevada tarifa de entrada y cuotas anuales que varían, observan fascinados este espectáculo político único. Aunque pueda parecer extraño realizar estas gestiones en público, lo cierto es que Trump prospera con audiencias que le aplauden. La mansión, adquirida por Trump en 1985 por aproximadamente 10 millones de dólares, fue convertida en un club privado en 1995 para afrontar los elevados costos de mantenimiento. Esta decisión le permitió generar ingresos mientras mantenía la exclusividad del lugar.Hoy, Mar-a-Lago es un negocio redondo. Trump no solo organiza eventos como la conferencia del America First Policy Institute con Milei, generando ingresos, sino que también se beneficia de la renta que paga el Servicio Secreto para alojarse allí, a razón de 1,75 millones de dólares por mandato, según datos de la Casa Blanca. La cuota de ingreso al club ha escalado de 200.000 dólares en 2017 a más de un millón en la actualidad, consolidado como está como el epicentro del poder político y económico bajo la batuta de Trump.En el primer mandato ya eran famosas las cumbres que el presidente electo improvisaba allí en el patio. El 11 de febrero de 2017, convirtió la terraza del club en una sala de crisis al discutir públicamente con el entonces primer ministro japonés Shinzo Abe sobre una prueba de misiles de Corea del Norte, en medio de otros comensales y sin las medidas de seguridad habituales, lo que generó críticas sobre su manejo de la seguridad nacional.Cuando salió de la Casa Blanca en 2021 no volvió a Nueva York, sino a esa mansión y, según halló la fiscalía después, se llevó porque quiso una serie de documentos clasificados que escondió en baños y vestidores, hasta que los encontraron los agentes del FBI. Iba a ser juzgado el presidente electo por ese caso, pero su victoria y su inminente inmunidad lo han impedido.

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