El 64% de los brasileños está a favor del cierre total o temporal de las escuelas en este momento del país ante el temor por los contagios de coronavirus Covid-19, reveló una encuesta publicada por la consultora Datafolha.

En tanto que solamente el 7% de los brasileños defiende que las escuelas abran sin restricciones y el 18% considera que la presencialidad debe prohibirse ante los picos de la pandemia, es decir, con números epidemiológicos altos como los que mantiene el país.

Otro 28% observa como una buena propuesta la apertura parcial, que es lo que ocurre en las redes públicas y privadas, con protocolos y aforo limitado.

Brasil se posiciona actualmente como el tercer país con más casos y muertes, sólo superado por India, en segundo, y Estados Unidos, al tope de la nómina que lleva adelante la Universidad Johns Hopkins.

La nación sudamericana registra 15.732.836 positivos desde el inicio de la pandemia y 439.050 decesos, 105.105 de los cuales se ubican en San Pablo, estado que posee 3.112.624 de infectados.

La presentación de esta encuesta tuvo lugar luego de que científicos estadounidenses y brasileños alertaran este martes sobre la posibilidad de una tercera ola a partir de junio motivada por la demora en la vacunación y el aumento del contacto social.

De acuerdo a lo precisado por el diario O Globo, el Instituto de Métricas de Salud y Evaluación de la Universidad de Washington proyectó que el territorio puede llegar a los 750.000 muertos el 27 de agosto.

El mismo cálculo indica que al 21 de septiembre, fecha en la que finaliza del invierno, se pueden registrar 973.000 muertes, más del doble que los 436.000 decesos acumulados hasta el momento.

Pese a estar alarmas, el presidente Jair Bolsonaro promovió este sábado una multitudinaria manifestación a su favor en Brasilia, a donde asistió a bordo de un helicóptero y luego montado sobre un caballo.

Al otro día, lanzó declaraciones que volvieron a generar polémica: "El agro no paró de trabajar. Hay algunos idiotas, los que dicen que hay que quedarse en casa. Hay algunos idiotas que hasta hoy están dentro de casa. Si el campo se hubiera quedado en casa, ese que se quedó en casa hubiera muerto de hambre, ese idiota se hubiese muerto de hambre. Se quejan de todo".