Políticos y trabajadores sanitarios calificaron el hecho de "absurdo" y "desprecio" a la salud pública del país, luego de que Bolsonaro declarara que "tomar una vacuna es una decisión personal. Mi mujer decidió tomarla en Estados Unidos. Yo no la tomé".
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, reveló que su esposa Michelle se vacunó contra el coronavirus en Estados Unidos y recibió una ola de críticas de políticos y trabajadores sanitarios, que calificaron el hecho de "absurdo" y "desprecio" a la salud pública del país.
Además, la decisión de la primera dama contrastó con la del mandatario, uno de los pocos jefes de Estado sudamericanos que no ha querido vacunarse contra la Covid-19 y que por ahora argumenta que solo lo hará cuando el último de los brasileños esté inmunizado.
"Tomar una vacuna es una decisión personal. Mi mujer (Michelle Bolsonaro), por ejemplo, decidió tomarla en Estados Unidos. Yo no la tomé", declaró Bolsonaro en una entrevista publicada por la revista Veja.
De haberlo querido, la primera dama podría haberse vacunado en Brasilia, donde la vacunación para su edad (39 años) está disponible desde el 23 de julio.
Si bien el jefe de Estado no lo precisó, se presume que su mujer se aplicó el inmunizante esta misma semana en Estados Unidos, a donde viajó como parte de la delegación oficial para asistir a la Asamblea General de la ONU en Nueva York, que regresó sin el ministro de Salud porque tuvo que quedarse en cuarentena, tras dar positivo de Covid-19.
También hoy se conoció que el diputado Eduardo Bolsonaro, otro miembro de esa comitiva y uno de los cinco hijos del mandatario, dio positivo de Covid-19 y se trataba en la capital brasileña.
La decisión de la primera dama de vacunarse en Estados Unidos fue fuertemente criticada por políticos e infectólogos brasileños, que la consideraron "absurda" y un "desprecio" por el sistema público de salud.
Críticas de distintos sectores brasileños
"Esa escena de la primera dama vacunándose en Estados Unidos es lamentable, desvaloriza a las autoridades sanitarias, desvaloriza una conquista del país que ya tiene más de 30 años, como el Programa Nacional de Inmunización", declaró el senador Randolfe Rodrigues, vicepresidente de la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) del Legislativo brasileño, encargada de investigar supuestas irregularidades del Gobierno en la gestión de la pandemia en el segundo país del mundo más enlutado por la Covid-19.
El senador Omar Aziz, presidente de la CPI, felicitó a la primera dama por vacunarse, para luego criticarla por hacerlo en el extranjero.
"Alguien le debía decir que la vacuna que aplican en Estados Unidos es la misma que se aplica en Brasil", ironizó y agregó: "Bien podría haberse vacunado en Brasil y mostrarlo a todos, para dar un buen ejemplo. Si hubiera sido así, habríamos visto un acto de patriotismo de verdad, no de la boca para fuera", según el portal de noticias G1.
Para Renato Kfouri, infectólogo y director de la Sociedad Brasileña de Inmunización, la decisión de la primera dama es "un absurdo", a la vez que destacó que las vacunas aplicadas en Brasil son seguras y que no hay razón para aplicárselas en otro país.
Una opinión compartida por Rodrigo Stabeli, investigador y director de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), el mayor centro de investigación médica de Latinoamérica, quien destacó el valor del sistema público brasileño.
"Lo que es importante señalar es que Bolsonaro habla con sus seguidores, personas que, como él, se creen ricos en Brasil y pueden tomar un avión de primera e ir a Estados Unidos a vacunarse. La salud pública, aquí representada por Fiocruz, el Instituto Butantan y Anvisa, habla al pueblo brasileño para protegerse de la Covid con las vacunas disponibles en el sistema público, que son de la misma calidad que las que se ofrecen en otros países", afirmó.
Bolsonaro en la ONU
En su discurso del martes ante Naciones Unidas, Bolsonaro expuso su negacionismo frente a la Covid-19, defendió el uso de medicamentos de dudosa eficacia para tratarla y se opuso al llamado "pasaporte sanitario".
Con cerca de 593.000 muertos y más de 21,3 millones de contagiados, Brasil es el segundo país en el mundo en número de víctimas mortales y el tercero en casos, luego de Estados Unidos y la India.
El país tiene unos 213 millones de habitantes, de los cuales, según datos oficiales, unos 148 millones han recibido la primera dosis y otros 85 millones tienen la pauta completa.