Política

La pobreza no se resuelve con una conciliación obligatoria

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El altísimo índice de pobreza que el Indec encontró en el aglomerado del Gran Resistencia no es exclusivo compromiso de la gestión de Mauricio Macri y sus políticas de exclusión. El brutal ajuste que aplicó el gobierno de Domingo Peppo, especialmente en los años 2017, 2018 y lo que va de 2019 tiene un porcentaje similar de responsabilidad.

Es una señal altamente significativa que las clases no hayan comenzado en la provincia del Chaco a pesar de que está terminándose el mes de marzo. El gobierno chaqueño hace malabares para ponderar que el salario docente de la provincia es uno de los más altos de la región. El ministro de Hacienda, Cristian Ocampo afirma que a final de 2018 el salario docente era de 22.430 pesos y que estaba por encima de provincias como Corrientes, por ejemplo.

 

Compararse con la provincia de la vecina orilla no es precisamente un parámetro recomendable. La mitad de la provincia de Corrientes está por debajo de la línea de la pobreza. Pero de acuerdo a los datos del Indec, dados a conocer horas antes de la difusión de los nuevos índices de la pobreza, la canasta básica total (CBT), que se utiliza para determinar el límite de pobreza, tuvo un aumento por encima de la inflación promedio en febrero, de 3,8%. Así, un hogar promedio necesitó $ 27.570,43 para no ser pobre.

 

En la última parte del año 2018 la situación social se deterioró en la provincia por el impacto de las medidas nacionales. Crecimiento fuerte de la inflación que provocó una reducción real de los ingresos. A eso hay que sumarle un achicamiento nominal de los ingresos de la masa del sector público provincial de alta incidencia en el aglomerado del Gran Resistencia producto del ajuste aplicado por el gobierno nacional con aumentos otorgados siempre muy por debajo de los principales ingresos del Chaco por coparticipación y ni hablar en relación con el índice de precios al consumidor.

 

Aún con los datos oficiales, los anuncios del ministro Ocampo no cierran. En ese contexto, la Subsecretaría de Trabajo dejó de lado sus pruritos para convocar a conciliación obligatoria a sindicatos que no tienen personería gremial. El propio Ministerio de Educación también lo apartó. Quieren que de una vez empiecen las clases en la provincia del Chaco y para eso dictaron la conciliación obligatoria. La medida es un indicativo de la falta de herramientas que el Gobierno exhibe para resolver el conflicto docente.

 

Los argumentos de Ocampo serán la base de la posición oficial del Gobierno en la conciliación obligatoria. Prácticamente permiten adelantar que no habrá una propuesta oficial que los gremios puedan poner a consideración de las bases.

 

Los maestros ya no dan más. La protesta se expandió a lo largo y ancho de la provincia. La mayoría se encuentra ya por debajo de la línea de la pobreza. Algo que ocurrió con prácticamente todo el sector público provincial. Una explicación del altísimo índice de pobreza que llegó a 41.4 por ciento, un 12.6 por ciento más que hace seis meses.

 

La medición anterior de septiembre de 2018 mostraba al Chaco apenas un punto por encima del promedio nacional. La última, que se difundió esta semana, muestra al Chaco casi un 10% por encima del promedio nacional que fue del 32 por ciento.

 

No hay explicación nacional que alcance para semejante desfasaje.

 

El propio Domingo Peppo cuando plantea su intención de reelección advierte que el escenario nacional le obligó a tener una gestión de baja performance y se considera merecedor de una segunda oportunidad.

 

Por otro lado el intendente de Resistencia, Jorge Capitanich, afirma que para terminar con la pobreza hay que votar en contra de Mauricio Macri. El gobernador y su antecesor tiran la pelota para afuera. Ninguno hace autocrítica.

 

El jefe comunal bajó los decibeles con la idea gubernamental de terminar con las primarias que podría aprobarse esta semana en la Cámara de Diputados. La política partidaria no se permite semejante debate. El apuro oficial es por cancelar la deuda con CAMMESA que define el desquicio en que cayó la empresa Secheep.

 

Si no se debaten las diferencias internas por la cuestión electoral, no hay que esperar mucho más para ver si alguno encuentra alguna responsabilidad propia en las cifras del Indec sobre la pobreza en el Gran Resistencia.

 

El gobernador de Corrientes hombre de Cambiemos, Gustavo Valdés, desconfía de las cifras del Indec y anuncia mediciones propias. En el Chaco ni siquiera hubo una reacción parecida. La gente lo tiene claro. Lo vivió el propio Peppo que recibió aplausos y elogios en una comida partidaria en Colonias Unidas para celebrar un nuevo aniversario del pueblo.

 

Pero la gente esperaba afuera. “Luche. Luche que se escuche”. La realidad es como la verdad, se puede discutir si es triste o no, pero lo que no tiene es remedio. Impresiona el enfoque que quieran darle. Una es la foto que toma el Gobierno. Otra la que toma la gente. En las dos hay aplausos. Falta que en el oficialismo aprendan a decodificar la realidad.

 

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