Opinión del Lector

La política exterior de la defensa

La compleja lucha por la independencia nacional representa un gran desafío: mejorar y ampliar las relaciones exteriores de la Defensa con países que están afuera de la alianza nor-atlántica. Lejos de aislamiento que pregonan algunos, Argentina preside en este momento la Celac, el Mercosur y la CMDA, lo que representa no sólo un reconocimiento, sino también una oportunidad.

¿Qué país americano preside la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y la Conferencia de Ministerios de Defensa de las Américas (CMDA)? Pues el gobierno argentino ocupa las tres posiciones en este año enfrentando la peregrina tesis del aislamiento argentino, el pensamiento que propone que la única política exterior consiste en el tratamiento de la deuda externa.

“Lo que ocurre es un reconocimiento de la política exterior nacional y, específicamente, de la política de Defensa de la Argentina”. Quién lo afirma es Francisco Cafiero, el secretario de Asuntos Internacionales para la Defensa que está integrada al Ministerio de Defensa. Los gobiernos kirchneristas fueron protagonistas significativos en la formación de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y de su Consejo de Defensa Suramericano (CDS), este último la primera coalición de Defensa de los países latinoamericanos desde la Guerra de la Independencia, que fuera cancelada por la oleada neoliberal en la región.

En cuanto a la CMDA, este acuerdo no produce resoluciones vinculantes, pero sus proposiciones marcan las prioridades y la agenda regional. La originalidad argentina es que mientras en los demás países de América Latina Seguridad y Defensa funcionan entrelazados, la posición nacional es, desde 1983, separar estos dos rubros en una línea que constituye parte de la herencia crítica de los años posteriores a la dictadura del proceso.

El punto de partida para esta política ha sido la constitución de una “Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur” (que integran tres países latinoamericanos y veintiuno de África) creada por la ONU en 1986. La política de defensa argentina se ha apoyado en este convenio para defender una política cooperativa en la región.

La cuidadosa acción exterior de la Defensa, que sigue obviamente las directivas de la Cancillería, enfrenta su mayor desafío en Malvinas. Esta se expresa a través de la búsqueda pacífica de la recuperación de la soberanía que fija la Constitución Nacional. Con los Estados Unidos, la Argentina sostiene 20 instancias de vinculación bilateral, mantiene procesos de cooperación regional y continental, procesos de modernización tecnológica, operaciones de mantenimiento de la paz y temas de ciberdefensa.

Como dijo el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador refiriéndose a su poderoso vecino “no es conveniente andar a las patadas con Sansón”. Como EEUU está obsesionado con China (el documento de Defensa del presidente Biden nombra, en 47 páginas, 40 veces a China) país de cuyo accionar advierte en manifestaciones formales e informales a nuestro país. Empero, dada la fuerte relación comercial de la Argentina con China, la política argentina es no hostil a Beijing. En todo caso, más allá de la venta der la soja, Argentina refuerza su cuidado ante la presencia pesquera china y de otros países en aguas argentinas. Desde el 1 de enero de 2022 en que comenzó a funcionar el Comando Conjunto Marítimo (CoCoMar) con dependencia del Estado Mayor Conjunto (EMCO) “no se ha detectado pesca ilegal” acción que la Argentina procura evitar con el refuerzo de la navegación, la instalación de radares y la utilización de drones.

Al mismo tiempo, la Argentina mantiene en materia de Defensa una política de no enfrentamiento con el Brasil de Bolsonaro, con cuyo gobierno trabajó conjuntamente el tema del COVID en las fronteras. A partir de enero próximo, en el gobierno se estima que “con Lula se presenta otro horizonte mucho más afín al nuestro”.

Con Chile existe una amplia vinculación institucional de 340 acuerdos que se han construido desde 1995 y, dice F. Cafiero “que estos acuerdos junto con las más de otros 300 acuerdos de vinculación con 42 países no son patrimonio de ninguna gestión”, sino de un nuevo perfil nacional.

La Argentina busca ahora en negociaciones externas y búsqueda de recursos económicos la posibilidad de reequiparse con nuevos cazas y el reemplazo del submarino perdido en la tragedia del ARA-San Juan. En ese marco, procura ampliar sus relaciones exteriores de la Defensa con países que están afuera de la alianza nor-atlántica. Esta es una parte- significativa- de la compleja lucha por la independencia nacional.

Las opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva del autor/autora y no representan necesariamente la posición de la agencia.

Autor: JORGE LUIS BERNETTI

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web