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La realidad de Corrientes sin anestesia: El Hospital de Campaña reventó de pacientes

Lo dijo el Ministro de Salud Pública al explicar las medidas adoptadas para reforzar el plantel de terapistas del hospital.

La mudanza laboral obligada de médicos del interior hacia el Hospital de Campaña, epicentro de la batalla contra el coronavirus en la provincia, se explica en la estadística de la evolución del cuadro epidemiológico: desde la primera semana del año las internaciones han crecido a ritmo constante y eso, además, empujó la demanda de atención en la Unidad de Terapia Intensiva que ayer cerró la jornada con el triple de pacientes que albergaba el primer día hábil del año. Aquel lunes 3 de enero, el Campaña reportaba apenas 56 internados (sólo 14 en la UTI), ayer la población del hospital especializado en covid era de 332 pacientes (39 en la UTI), es decir que las internaciones crecieron un 500%.

Estos números, que surgen de cotejar los partes cotidianos que entrega el Ministerio de Salud Pública, reflejan el desborde sanitario que causó la pandemia en la provincia de Corrientes. En palabras del ministro Ricardo Cardozo, "en quince días el hospital reventó de pacientes".

Sinceridad sin anestesia, algo tardía, como las medidas que se adoptaron para atender la situación, pero en algún punto había que comenzar a hacer frente a la emergencia y se dieron los primeros pasos. A mediados de esta semana y luego de una reunión con los directores de hospitales del interior, el Ministerio dispuso mover una importante cantidad de profesionales para aumentar la dotación de terapistas del Campaña. El jueves llegaron 75 médicos del interior y para el lunes se esperan otros 50. Con los 85 que había se llegaría a un plantel de 210 médicos, lo que permitirá resolver con más efectividad la urgencia.

El objetivo que definió el Ministerio de Salud con el traslado de los profesionales del interior es que haya un médico por cada cuatro pacientes en el Hospital de Campaña. Tiene lógica, sobre todo al revisar cómo crecieron las internaciones y sobre todo los pases a la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) desde principio de año; la curva se fue hacia arriba sin freno. Y todavía sigue con esa tendencia. Ayer reportaron 322 internados, de los cuales 283 se encuentran en la sala de Clínica), otros 39 están alojados en la UTI y de ese total 31 se mantienen con respirador. Además confirmaron 12 muertes.

"Hasta el 4 de enero estábamos bien y en 15 días el hospital reventó de pacientes", dijo ayer el ministro Cardozo en declaraciones a Radio Sudamericana. Explicó que además de los contagios de los particulares, también los médicos estuvieron afectados por la enfermedad y "eso fue un combo que impactó no sólo en la sociedad, también en el hospital".

Si con una dotación de 210 profesionales planean una cobertura de un médico cada cuatro pacientes, ¿cuánto era lo que podía cubrir con un plantel reducido de 85 médicos?

Está claro que el hospital enfrentó un cuello de botella muy peligroso. Se podría asociar a esto la cantidad de víctimas fatales, ya suman 220 en el mes. La cifra genera escozor y es seguramente lo que obligó a tomar una determinación de reforzar la plantilla del Hospital de Campaña. No son pocos los médicos que hablan de un agotamiento físico y mental. Ojalá no llegue a lo espiritual.

"Estas cosas no son fáciles de digerir, pero la cifra de fallecidos se da en todo el país", justificó Cardozo, que no ocultó su preocupación por la situación epidemiológica, no obstante afirmó que "los médicos están haciendo todo lo que está a su alcance en el Hospital de Campaña y nadie se niega (a los traslados de servicios)". Y remató: "Pueden estar de acuerdo o no, pero están poniendo el hombro y hasta su salud en juego".

Sin embargo, la solución, provisional a la emergencia, abre un interrogante: ¿cómo quedan los hospitales del interior que tuvieron que ceder parte de sus mejores recursos humanos? Norte

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