Mujeres de hoy

La salud mental es parte de un todo y no está disociada del cuerpo

La salud mental es parte de un todo y no está disociada del cuerpo, como suele pensarse habitualmente. Si bien está considerada como bienestar emocional y psíquico, no está alejada de la conflictividad familiar, social ni laboral, como así tampoco de las relaciones interpersonales ni comunitarias.



En la actualidad, se presentan trastornos relevantes como:

  • Crisis de ansiedad.
  • Crisis de angustia.
  • Depresiones.
  • Adicciones.
  • Conflictividad intrafamiliar y de convivencia social.
  • Estrés laboral.
  • Violencia individual e institucional.
Es importante destacar que durante la pandemia quedó al descubierto una mirada reduccionista y biologicista donde la salud mental estuvo por fuera de lo que se considera la salud de la población.

Con el aislamiento y las actividades interrumpidas, advertimos la irrupción y agravamiento de patologías como ataques de pánico generalizados, fobias, obsesiones, aumento de adicciones, depresiones e incremento llamativo de tasas de suicidio especialmente en jóvenes, que siguen acrecentándose.

Todos estos cuadros, son consecuencias que, unidas a otros factores de la época como el mundo acelerado en el que se vive, la forma de usar las redes y las fake news, continúan en las psiquis de las personas, imposibilitando la capacidad de reflexionar, la comunicación con el otro, y el desarrollo de la ociosidad creativa, todas cuestiones del ser humano que hacen a su vida digna y libre.

Actualmente, los tratamientos de psicoterapia en instituciones son escasamente encarados. Por lo general, son cortoplacistas con rápidas derivaciones a psiquiatría para la administración de psicofármacos debido a cómo se aborda la salud mental y a la saturación de consultas.



Prevención y asistencia en salud mental

Por lo tanto, se hace imperioso establecer una legislación sobre prevención y asistencia en salud mental que garantice acceso a los servicios a todas las personas, independientemente de las patologías que presenten: desde las más leves hasta las más graves, fortaleciendo de esta manera la protección de los derechos de las personas y su entorno familiar.

En síntesis, es fundamental plantear la prevención en cuanto a pensar la educación, teniendo en cuenta el orden de lo simbólico, la realidad de los hechos y el acercamiento a la verdad posible. Es necesario reconstruir la propia historia para ser sujetos de la misma, donde se tenga en cuenta al otro, se lo reconozca y así establecer un vínculo donde esté presente la reflexión en cada momento de la vida.

(*) La licenciada Silvia Cornejo (M.N. 754), es psicóloga y psicoanalista egresada de la Universidad de Buenos Aires. Además, es investigadora de temas de género, movimientos sociales, historia de la esclavitud en la Argentina. Exmiembro de ULAPSI, Unión Latinoamericana de Entidades de Psicología. Licenciada Cristina Armada (M.N 19.987), psicóloga, psicoanalista. Escrito en colaboración con licenciado Horacio Miguel (M.N. 22.284), psicólogo, la doctora Inés Barbera (M.N 41.884), médica psiquiatra y el doctor César Merea (M.N. 25.959), médico, psicoanalista.

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