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La violencia criminal sacude el inicio del Gobierno Sheinbaum en México

Las primeras semanas de la presidenta Claudia Sheinbaum al frente de México representan, de momento, una continuidad del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador en materia de violencia e inseguridad: días con más de cien asesinatos , una guerra entre narcotraficantes en Sinaloa, focos de violencia en el norte y en el sur del país y, solo en este fin de semana, el asesinato de un sacerdote jesuita en Chiapas.Marcelo Pérez Pérez, reconocido por su activismo en Simojovel, Pantelhó y San Cristóbal de las Casas, en los Altos de Chiapas, fue asesinado al salir de la misa que oficiaba este domingo en el barrio Cuxtitali.De acuerdo con las primeras investigaciones de la Fiscalía General del Estado, el cura salía de la parroquia y se dirigía en una camioneta a una iglesia aledaña , cuando dos personas a bordo de una motocicleta le dispararon.Noticia Relacionada estandar Si La guerra del narco mexicano ahora se ensaña con un periódico: tiroteo contra la redacción y un empleado secuestrado Milton Merlo | Corresponsal en Ciudad de MéxicoChiapas se ha convertido en un epicentro de violencia por la guerra entre los grupos del narco que ahora buscan también controlar el tráfico de migrantes hacia la frontera con Estados Unidos.La conmoción por la muerte del sacerdote llegó hasta la ONU-Derechos Humanos, que calificó de «inaceptable» el crimen que cortó la vida del religioso. En las próximas horas se espera un anuncio de la Iglesia Católica, que ya se ha acostumbrado en México a los ataques del crimen organizado, especialmente cuando los sacerdotes denuncian la injerencia del narco en las distintas comunidades.Sheinbaum ha prometido investigar lo sucedido, pero la violencia desbordante domina el tramo inicial de un mandato en el que la presidenta parece, de momento, más enfocada en convencer a los inversores de la polémica reforma judicial que dejó aprobada López Obrador antes de traspasarle el Gobierno.Epidemia de violenciaPero la realidad es ineludible. En la última semana, la tercera que Sheinbaum lleva en Palacio Nacional, se registraron dos asesinatos violentos de alto impacto en pleno centro de la Ciudad de México , el ataque a las instalaciones del periódico más importante de Sinaloa, un turista muerto en Acapulco y un diputado local secuestrado durante un día en Tamaulipas, uno de los estados del Golfo.En paralelo a esos acontecimientos, Sheinbaum viajó por el Tren Maya , se reunió con empresarios de Estados Unidos para defender la reforma judicial que establece que los jueces se voten por vía popular y festejó una condena en una corte de Nueva York contra el secretario de Seguridad del gobierno del expresidente Felipe Calderón.«Si el sexenio de López Obrador con 200.000 homicidios fue el más sangriento, por el bien de México deseamos que en el Gobierno de Claudia Sheinbaum no se repita la historia», expresó el dirigente del Partido Acción Nacional, Marko Cortés.En la última semana se registraron dos asesinatos violentos de alto impacto en el centro de la Ciudad de México«Seguimos viviendo las consecuencias de los abrazos a los grupos criminales, los cuales gozan de total impunidad. Este Gobierno aún no cumple ni el mes y ya acumula más de mil homicidios dolosos», agregó.El secretario de Seguridad Omar García Harfuch, uno de los hombres más influyentes en el nuevo Gobierno, ha trazado una ambiciosa estrategia que combina la prevención, con la Inteligencia y un plan para pacificar el país. Pero, de momento, la violencia se sostiene e, incluso, parece desatada.Guerra de faccionesSinaloa es un ejemplo de esta inercia que ya golpea a la nueva administración. García Harfuch viajó con toda la cúpula militar al estado del Pacífico, que está conmocionado por una guerra entre las facciones del Cártel de Sinaloa . El secretario caminó por las calles con fuerte escolta, destacó el envió de nuevos refuerzos militares, pero, tras su visita, nada cambió. De hecho, la inseguridad parece peor.Según dicen en el entorno de Sheinbaum a ABC, la estrategia de García Harfuch necesita tiempo. Además, insisten en que, como López Obrador casi no permitió una transición porque quiso ejercer la suma del poder hasta el último día, en varios temas críticos no hubo tiempo de acciones preliminares. Esto se vería reflejado en decenas de nombramientos que están pendientes.García Harfuch, explican, alista la creación de un grupo de operaciones especiales que tendrá por objetivo inmediato intervenir en las diez ciudades más violentas del país . Además, el secretario pretende tener poder de veto en las designaciones de los secretarios de Seguridad de los estados con mayores problemas de violencia.

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