Lanús le ganó 3-1 a San Lorenzo en el Estadio Pedro Bidegain y se mantiene en la pelea de la Liga Profesional 2021. El Ciclón no pudo calmar las aguas esta tarde y la situación de Paolo Montero se complicó aún más antes del clásico contra Huracán en Parque Patricios, mientras que el Granate se acercó a la punta del campeonato.

La apertura del marcador fue obra de Marcelo Herrera, quien ya suma cinco gritos. Sí, el 4 apareció en posición 9 después de una fallida salida de Lanús. Alexis Sabella eligió el lugar, le dio la pelota a Nahuel Barrios, que llegó antes del arquero -se quedó a mitad de camino-, y cuando parecía que la pelota era del central o del lateral apareció Herrera.

El local estaba haciendo un correcto partido y dominaba hasta los 39 minutos, cuando Sabella pecó por su juventud y la perdió en un prometedor ataque, lo provocó una fatídica contra del Granate. Tapó Sebastián Torrico en primera instancia ante Ignacio Malcorra, que recibió después de un pase de primera de José Sand, pero el rebote fue capitalizado por Lautaro Acosta para el 1-1. Mucho nerviosismo y "vamos, vamos los pibes" en el Nuevo Gasómetro.

El complemento fue completamente diferente, ya que Lanús mostró otro ánimo y tomó el protagonismo. Las papas quemaron para San Lorenzo y Torrico tuvo que desactivar los constantes embates de los dirigidos por Luis Zubeldía, que a hasta esa altura el empate no le alcanzaba para descontarle a River, el líder.

Sin embargo, Pedro De la Vega, quien ingresó por Sand y desató la furia del capitán, anotó el 2-1 y los hinchas de San Lorenzo se lo tomaron con todo: "Que se vayan todos, que no quede ni uno solo". Un nuevo golpazo para Montero, que luego suspendió la conferencia de prensa y fue ratificado por los dirigentes de cara al clásico. Encima, Nicolás Fernández Mercau, uno de los más rescatables del plantel, se lo perderá por acumulación de amarillas.

Solo Alexander Díaz y Nicolás Uvita Fernández estuvieron cerca de rescatar un empate para el Ciclón: primero con un cabezazo a las manos de Lautaro Morales y después con un remate alto. El local ya estaba jugado y Ángel González se encargó de dar la estocada final. Fue 3-1 en un caldeado Nuevo Gasómetro que insultó a todo aquel que pasó por el túnel de camino hacia los vestuarios.