El sábado 15 se conmemoró el Día Mundial del Mono. La fecha busca concientizar a toda la población sobre la importancia de la conservación de todas las especies de primates que hay en el mundo. Teniendo en cuenta esto, los especialistas de la Estación Biológica San Cayetano dieron a conocer la historia de un ejemplar local que despierta el interés de los investigadores por un hábito particular que desarrolló. Se trata de Aldo, el carayá que sobrevivió a dos electrocuciones y recorre en soledad distintos puntos de la Capital.
Según explicaron a través de sus redes sociales, Aldo no siempre fue un animal solitario. «Nació en un grupo de monos carayá que vive cerca de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Nordeste, pero sus primeros años estuvieron llenos de desafíos», comentaron y agregaron cuáles fueron los dos episodios graves que debió afrontar: «A sus tres años, sobrevivió a dos electrocuciones en menos de una semana, una de las principales amenazas para estos animales en áreas urbanas, junto con los ataques de perros».
El primero de estos accidentes lo sufrió el 8 de septiembre del 2022. En ese momento a raíz de la fuerte descarga que recibió, Aldo cayó desde lo alto y quedó inconsciente. Afortunadamente, esa vez logró recuperarse sin la necesidad de ser asistido por los especialistas.
El segundo hecho sí fue más grave. Ocurrió apenas unos días después, el 15 de septiembre de ese año y la descarga fue tal que debió ser atendido en el Hospital Escuela Veterinario y luego trasladado hasta el Centro de Conservación Aguará para un chequeo completo antes de ser liberado nuevamente en su hábitat.
Pese a esos dos accidentes, los especialistas destacaron que Aldo pudo salir adelante y que, incluso «dejó atrás su grupo natal y se lo ve recorriendo el centro de la ciudad en plena búsqueda de otros monos carayá». En la publicación también agregaron un mapa en el que están señalizados varios puntos de la Capital, en donde tuvieron registros de haberlo visto. Lo sorprendente es el importante radio de desplazamiento de este primate.
El registro fue posible gracias a que cuando estuvo en rehabilitación tras su segunda electrocución, le colocaron una caravana, que es una especie de aro mediante el cual pueden reconocerlo. Aclararon también que ese elemento no le hace daño.