Locales

Larregain: "Ahora hay que apagar el fuego; de nada sirven las peleas"

La provincia de Corrientes se halla en estado de catástrofe ambiental y ecológica, con unas 800 mil hectáreas sumidas a cenizas por el avance, constante y agresivo, de los incendios en zonas forestales, campos y pastizales de gran parte de la geografía del Taragüí.
En ese contexto dantesco, los actores políticos de la provincia –y también nacionales- vivieron días de mucha parafernalia verbal y algunos avances en terreno. En tanto, los bomberos voluntarios, con colaboraciones de dotaciones de todo el país y hasta de naciones vecinas, libran una épica batalla "cuerpo a cuerpo" con las voraces llamas.
Habida cuenta de ello, época consultó al obispo auxiliar de Corrientes, José Adolfo Larregain, a fin de tener una visión sobre esta preocupante temática desde el punto de vista del Arzobispado local.
"La provincia vive un momento de emergencia muy grande, quizás el más grande en los últimos años. Los incendios y el avance del fuego en Corrientes hoy son noticias internacionales. Esto nos tiene que llamar a la reflexión; pero ahora, en lo inmediato, lo primordial es apagar las llamas, ponerle fin a esta vorágine", sostuvo el religioso.
"Lo que vivimos hoy nos tiene que hacer pensar sobre el problema del ecocidio, es algo que está presente. Estamos tratando mal al planeta", sumó.
En esa tesitura, el franciscano añadió que: "Estas son las consecuencias que sufrimos por el no-cuidado o el no-trato auténticamente responsable y con sentido de bien común de aquello que nos es dado para todos y no sólo para algunos".
El religioso profundizó en su reflexión: "Hay que apagar el fuego y luego reflexionar seriamente, cómo estamos viviendo. Se dice que hay economías que matan. Bueno, estas son las consecuencias que hay que abordar de manera seria, responsable e interdisciplinaria para que no vuelva a suceder esto. De nada sirven las peleas políticas", enfatizó.
Por otra parte, el Obispo Auxiliar resaltó el trabajo de los bomberos. "Quiero enviar un agradecimiento especial y mis felicitaciones a todos los bomberos voluntarios de la provincia y a los que vinieron de distintos lugares del país a dar una mano y poner el hombro, incluso arriesgan su vida por el bien común".
"La labor de los bomberos es heroica, como ocurre con los médicos y enfermeros en la lucha contra el COVID-19. Dejaron su trabajo y familia para ponerse a luchar por el bien común. Dios los bendiga y proteja", culminó.

OBISPO AUXILIAR

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