Lo que pasó con Chano puso en agenda el sufrimiento de las familias y lo dificil que es salir de las drogas.
Los medios en general abordamos el tema de las drogas desde el lado policial, es decir desde el narcotráfico, los operativos, las investigaciones, la imaginación usada a favor del delito para camuflar los estupefacientes, la corrupción para permitir la circulación.
Pero poco se habla de las víctimas, de los adictos y de lo que implica para las familias. Lo que sucedió con Chano puso en la agenda mediática, en las mesas de café, en las casas un tema que tal vez tenga algo de Tabú por lo doloroso y difícil, la realidad que viven tantas personas que no pueden salir de las drogas.
Y como esto arrastra a toda una familia, los amigos, los compañeros de trabajo cuando logran tenerlo, a una lucha diaria por ayudar al otro.
Pone de manifiesto la lucha silenciosa de muchas madres que en soledad intentan rescatar a sus hijos de esa oscuridad. De lo costoso que es todo esto no solo desde lo emocional, porque se necesitan recursos económicos para poder hacerlo.
La sociedad mucha veces condena al adicto, al "falopero", lo aparta, lo aleja y prefiere no ver.
Tampoco la policía está preparada para manejar estas situaciones tan complicadas y ajenas a su trabajo que tiene que ver con lidiar con delincuentes, y claro un adicto no lo es.
Tampoco la justicia está a la altura de circunstancias, ni la ley de salud mental da herramientas.
Tal vez sea hora de dejar de mirar para otro lado, que deje de ser un tema tabú y empezar entender la complejidad de las adicciones.