Nada nuevo bajo el sol dice el dicho. En Corrientes asistimos a ese refranero que bien cabe a nuestros protagonistas de la política vernácula. Se conocen las postulaciones para lo que serán las elecciones provinciales del domingo 29 de agosto venidero y salvo algunos pequeños matices, las cartas sobre esa mesa son las mismas con las que se vienen jugando reiteradas partidas en los últimos 20 años.
Lo que hay que señalar, apuntar, es porque hay tanto blindaje para poder participar en nuestra política local. Por un lado, vemos la proliferación de pequeños partidos políticos que participarán en los dos frentes que se disputarán los comicios dentro de menos de dos meses. Y por otro, es una empresa casi imposible competir no siendo del ecosistema político vigente hace dos décadas.
Extraño fenómeno el que vivimos en nuestra provincia. Incluso parecería ser el juego del gato y del ratón, como que cada uno ocupa su rol y lugar. Al igual que los actores que llevan haciendo la misma obra teatral desde hace años. Así, cualquiera que intente salirse de esos guiones y libretos será condenado a algo muy parecido al destierro.
En esta secuencia, insisto, casi guionada se puede observar ambos frentes electorales en disputa. Cada uno ocupa su rol: uno el de ganar siempre y el otro el de perder siempre.
Pandemia y preguntas
Ahora, en la coyuntura debemos pedirles a estos protagonistas la mayor de las corduras en el contexto pandémico en el que estamos inmersos. Extremas cuidados sanitarios en la marcha proselitista y, sobre todo, en el día de la elección. Ese domingo 29 los ciudadanos estaremos expuestos en los centros de votación y es necesaria una gran campaña informativa para evitar aglomeración de gente y distribución de urnas en cada escuela.
También deberemos pedirles a los protagonistas de esta contienda cómo piensan y planifican, si es lo que tienen planificado, reactivar la economía provincial. Por fuera de lo que ya conocemos: empleo público y asistencia de la administración nacional.
Ojalá podamos tener debates interesantes a lo largo de esta breve campaña en nuestra provincia, las últimas experiencias no indican eso. Pero también conocemos ese otro refrán: lo último que se pierde es la esperanza.
Buen domingo a todos.