Las elecciones locales y regionales celebradas el pasado fin de semana en Chile resultaron en una disminución de ayuntamientos para el oficialismo y un avance importante de la oposición, lo cual podría servir como barómetro para calibrar los comicios presidenciales del próximo año, según plantearon algunos expertos.

De los 345 alcaldes, las izquierdas que incluyen al oficialismo consiguieron 111, además de las mayorías nacionales en Maipú y Puente Alto, en el área Metropolitana; y los posicionados en territorios relevantes como Valparaíso y Viña del Mar, en la región de Valparaíso, o Valdivia en Los Ríos.

La oposición, por su parte, consiguió 130 ayuntamientos, entre ellos varios clave como Santiago, La Florida y Ñuñoa, en la capital; La Serena, en el norte, y Concepción en el área centro-sur del país.

El resto de las municipalidades fueron obtenidas por independientes.

Mario Herrera, académico del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca, opinó que el retroceso de la coalición oficialista «ocurre normalmente en las elecciones de medio término».

«Las elecciones locales y regionales no son solo una rendición de cuentas del alcalde y el gobernador, sino que también están fuertemente influenciadas por el escenario nacional y por la aprobación del presidente», le dijo a la agencia de noticias Xinhua el doctor en Estudios Americanos.

Abundó que la elección de alcaldes mostró un regreso de los partidos tradicionales y las fuerzas políticas de oposición lograron capitalizar la derrota electoral del Gobierno.

«Esto implica que la gente está volviendo a optar por posiciones moderadas, aunque no necesariamente de centro dado el mal resultado en alcaldes y gobernadores de Amarillos y Demócratas (partidos autodenominados de centro)», dijo el académico.

Herrera reflexionó que la elección de alcaldes permite a los candidatos presidenciales tener un despliegue territorial con autoridades.

Asimismo, el Premio Nacional de Historia 2014 de Chile, Sergio González, apuntó que tras la elección se conservaron los tres tercios, no obstante, uno es de independientes, «lo que es un cajón de sastre, es decir, hay de todo».

«No creo que sea un triunfo de los extremos. Más bien confirmamos que en Chile el péndulo político sigue sensible. La política chilena es muy líquida, en el sentido que son muchos los temas que convocan a los votantes», explicó el académico de la Universidad de Tarapacá.

Por su parte, el doctor en Estudios Internacionales y académico de la Universidad de Tarapacá, Cristian Ovando, complementó que el contexto electoral estuvo marcado por la crisis de seguridad que vive el país y la acusación por presunto abuso sexual en contra del exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve.

«No fue categórica como se auguraba. Hubo ciertos reequilibrios para el oficialismo y la oposición», dijo.

Ovando también coincide en que Matthei capitalizará el triunfo en las comunas emblemáticas de la derecha de cara a la elección presidencial en 2025, mientras que en el oficialismo destacó el triunfo del alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic, quien logró la primera mayoría nacional con 227.693 votos.

«Cabe destacar que la segunda vuelta a gobernadores será muy plebiscitaria, proyectando el escenario presidencial», pues solo en la región Metropolitana, el ganador lo hará con al menos 2,5 millones de votos, indicó.

Además de alcaldes, en estas elecciones se escogieron 2.256 concejales, también parte de los gobiernos locales, de los que la oposición logró 1.068, mientras que el oficialismo se anotó 940; el resto se reparten entre independientes y postulantes fuera de los grandes pactos.

Sobre los gobernadores, que administran los recursos de las 16 regiones de la nación, cinco fueron elegidos el fin de semana (cuatro oficialistas y uno de oposición), porque lograron obtener más del 40 por ciento de las preferencias.

Las once gobernaciones restantes irán a una segunda vuelta en un mes más, entre la que se encuentra la Metropolitana, donde viven más de siete millones de personas.

Por primera vez las elecciones locales y regionales en Chile fueron obligatorias y en dos días.

De los 15.443.011 electores habilitados, 13.113.598 participaron, lo que representó al 84,92 por ciento del padrón electoral, informó el lunes el Servicio Electoral de Chile.