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Las universidades argentinas, en pie de guerra contra la motosierra de Milei

En las últimas semanas el Gobierno del presidente argentino Javier Milei ha debido hacer frente a un conflicto de enormes dimensiones: el enfrentamiento con el ámbito universitario. El sector de la educación superior se considera actualmente en riesgo y ya son casi 100 las facultades que han sido tomadas esta semana por sus alumnos en todo el país. El veto del presidente a la Ley de Financiamiento que implicaba un ajuste en la partida de educación ha hecho estallar un problema social que crece a diario.Dos semanas atrás una multitud se daba cita en el Congreso argentino para pedir a los legisladores que no apoyaran el veto presidencial a la Ley de Financiamiento universitario . La norma contemplaba un ajuste por inflación en el presupuesto destinado a las universidades públicas de todo el país. Aquel 2 de octubre en las calles de Buenos Aires se hizo escuchar la consigna «No al veto».Noticia Relacionada estandar No Milei renombra un edificio emblema del kirchnerismo: «La universidad pública no le sirve a nadie más que a los hijos de los ricos» Guadalupe Piñeiro Michel | Corresponsal en Buenos Aires El líder argentino ha oficializado la transformación del Centro Cultural Kirchner (CCK), que pasará a ser denominado como Palacio Libertad - Centro Cultural Domingo Faustino SarmientoExactamente una semana después, la Cámara de Diputados, con un margen muy justo, reafirmaba la decisión de Milei de vetar la normativa. El argumento del Ejecutivo era que para lograr el objetivo de «déficit 0» propuesto desde la Casa Rosada había que continuar con los recortes y que el Estado no contaba con los recursos para realizar la actualización. Tras aquella votación del 9 de octubre, el mandatario aprovechó un acto oficial llevado a cabo el pasado fin de semana –la inauguración del Palacio Libertad- para cargar nuevamente contra el sistema universitario. «La universidad pública Nacional hoy no le sirve a nadie más que a los hijos de los ricos y a los de la clase media alta», aseguró.Toma de universidadesEn un contexto como el actual, las palabras del jefe de Estado despertaron la furia del sector educativo. Es por ello que esta semana más de 18 universidades de todo el país –y casi 100 facultades en total- fueron tomadas por sus alumnos. Vigilias en las aulas y los pasillos, clases en las calles y huelga han sido algunos de los métodos de protesta que escogieron las distintas universidades públicas de Argentina.Si bien la situación se ha agudizado en las últimas semanas, el enfrentamiento de Milei con el ámbito educativo no es del todo nuevo. Meses atrás, el jefe de Estado sostenía públicamente que las universidades públicas eran «comunistas» y acusaba a sus profesores de realizar «adoctrinamiento» en sus aulas. Una primera –y muy masiva- manifestación en el mes de abril, posiblemente la más multitudinaria desde que el presidente llegara al Gobierno, demostraba que la educación pública es una causa importante para gran parte de los argentinos.Noticia Relacionada estandar No Milei consigue la sanción de la Ley Bases tras su aprobación en la Cámara de Diputados Guadalupe Piñeiro Michel | Corresponsal en Buenos AiresSeis meses más tarde, el mandatario ha vuelto a enfrentarse con el sistema universitario, pero esta vez por un tema financiero. Las autoridades educativas aseguran que la desactualización del presupuesto del sector –en un contexto en el cual en lo que va del año en Argentina la inflación ya supera el 100% - podría resultar letal para universidades de todo el país.La toma de universidades a lo largo y a lo ancho de todo el territorio nacional ha obligado al presidente a cambiar su discurso y ahora ya no se refiere a las universidades públicas como nidos «comunistas», sino como una «causa noble». Frente a la agudización del conflicto, este martes el mandatario afirmó que «la universidad va a seguir siendo pública y no arancelada. Eso no se toca».Apenas horas más tarde, el Gobierno anunció que tiene en sus planes realizar auditorías a las universidades nacionales, lo que avivó aún más el enojo de profesores y alumnos de todo el país.

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