«Queremos que el presidente nos escuche». Con un tono de voz que no oculta su desesperación, Marta Pérez, profesora la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), explica a ABC los motivos que la llevaron a tomar medidas frente al ahogamiento financiero de las universidades públicas. Principalmente, lamenta: «Hemos perdido el 60% del valor del salario». Con esta frase hace referencia al veto del presidente argentino Javier Milei –luego reafirmado en el Congreso– a la Ley de Financiamiento Universitario, que implicaba un ajuste del presupuesto de este sector acorde a la inflación.Claudia Pérez –quien prefiere preservar su apellido real– no está sola. A lo largo de esta semana, el movimiento \'No al veto\' se expandido rápidamente a todo el territorio argentino y ya son más de 80 las facultades que iniciaron medidas de protesta en un contexto delicado para el sistema educativo. Profesores y alumnos de distintos establecimientos coinciden en un punto: aseguran que lo que está en riesgo es el sistema de educación pública.Del aula a las callesLas medidas implementadas por el sector universitario son diversas y la consigna, según explican a este medio los profesores, es apelar a métodos no violentos que les permitan seguir trabajando a la vez que reclaman. Con el objetivo de visibilizar a esta causa, el miércoles tuvo lugar en Buenos Aires la \'marcha de las velas\', en la que los estudiantes se dirigieron con una vela en la mano –simbolizando el conocimiento– al Palacio Pizzurno, ex sede del Ministerio de Educación. Ese mismo día algunos alumnos hicieron un «abrazo simbólico a la facultad». También hubo tomas en todo el país.Noticia Relacionada estandar No Milei renombra un edificio emblema del kirchnerismo: «La universidad pública no le sirve a nadie más que a los hijos de los ricos» Guadalupe Piñeiro Michel | Corresponsal en Buenos Aires El líder argentino ha oficializado la transformación del Centro Cultural Kirchner (CCK), que pasará a ser denominado como Palacio Libertad - Centro Cultural Domingo Faustino Sarmiento«No es que se toma la facultad y no se piensa en los alumnos», aclara a este medio Lucas Gaspón, ayudante de cátedra de la Facultad de Ciencias Médicas de la UBA, mientras prepara una pizarra en la Plaza Houssay –ubicada frente a la facultad– para dirigirse a una veintena de alumnos que lo observan atentamente desde la escalera del parque. «Damos clases públicas para que no se pierdan los contenidos», indica y sostiene que «el camino de la protesta es no violento». La facultad de Ciencias Médicas –que llevaba años sin adherir a ninguna manifestación - es una de las más movilizadas en estos días y Gaspón explica que esto se debe a varias razones: a la lucha por la defensa de la universidad pública se añade también el reclamo por la crisis en los hospitales del Estado. El Garrahan, el más importante de pediatría de todo el país, atraviesa una crisis financiera; y el hospital de salud mental Laura Bonaparte fue tomado por sus trabajadores ante las versiones de un posible cierre por parte del Gobierno.Alumos y profesores de la Facultad de Ciencias Médicas de la UBA en clases públicas frente a la facultad como modo de protesta G. M. P.La salud, en pie de guerraPor este motivo, y para reclamar en conjunto por la crisis de sistema de salud, el próximo martes 22 de octubre distintas facultades –en especial, la de Ciencias Médicas- realizarán una manifestación en el Congreso que dieron en llamar \'Marcha blanca\', en alusión a los guardapolvos que unen a ambas áreas: la salud y la educación.«Tenemos miedo de que –por falta de presupuesto- las clases no sigan el año próximo», lamenta Gabriela Andretta Puro, una estudiante de Ciencias Médicas de 24 años. La alumna reconoce a ABC que otro de sus temores es que, por cuestiones salariales, «los profesores se empiecen a ir de la facultad». Consultada acerca de la protesta conjunta con los hospitales, Puro responde: «Nosotros vamos a ser profesionales de la salud y los hospitales hoy están en riesgo».Universitarios argentinos profundizan protesta por presupuesto con un nuevo paro general EFESi bien el gran disparador de las movilizaciones universitarias fue la confirmación del veto presidencial en el Congreso el pasado 9 de octubre, profesores y estudiantes coinciden en que la idea es crear un espacio de reclamos que se sostenga en el tiempo. «Queremos generar un movimiento que se mantenga de cara al presupuesto de 2025», dice a ABC Maris Lombardi, estudiante de medicina de 25 años, quien expresa su preocupación porque «el Gobierno quiere destruir todo lo público». « Vienen por la educación, la salud y los jubilados », sostiene. Cabe recordar que la Universidad de Buenos Aires (UBA) integra el podio de las 10 mejores de América Latina. De allí el peso de la protesta. A nivel nacional, han sido más de 80 las facultades tomadas en todo el país. Consultada por la respuesta de la Casa Rosada a las medidas, Carolina Ghanem, profesora en la Facultad de Farmacia y Bioquímico de la UBA, responde: «El Gobierno por ahora parece estar sordo».