No es un titulo exagerado ni rimbombante la expresión que usamos en esta nota, es un hecho político que sucede en  Lavalle, cómo sucedió y sucede también en otras localidades de Corrientes. Allí el Municipio se vio prácticamente invadido o "tomado" por ex funcionarios de la Municipalidad de Goya que llegaron para ocupar cargos importantes en el gabinete de la intendenta camporista Lucrecia Vásquez. Aseguran que son entre 8 y 10 jerarcas "importados". Otros afirman que son más de 13 y se siguen sumando.

 

Cumplen distintas tareas:acompañan a la intendenta en sus recorridas por el Pueblo, y en los actos, organizan el Municipio, la asesoran en la gestión, planifican obras y demás. Se mueven libremente como si jugarán de local.

 

En principio esto muestra cierta desorganización por parte de la intendenta para asumir cabalmente el nuevo desafío. Sin embargo es algo usual en los nuevos gobiernos. Sin ir más lejos, Mauricio Macri tardó un tiempo en cubrir todos los cargos cuando llegó al Gobierno Nacional en 2015. Incluso pidió "prestado" funcionarios de algunas provincias como el caso Carlos Vignolo de Corrientes y otros.



Se dice que en este caso puntual, se trata de un pedido de Bassi, a la intendenta Vásquez quién recogió el guante y se armó de gabinete con estos funcionarios. No obstante esto le valió a la crítica feroz de los militantes de su partido en Lavalle.

 



 

La primera línea de dirigentes que la rodean, y también aquellos colaboradores que supieron aportar su granito de arena para la victoria, pusieron el grito en el cielo por la actitud de la jefa comunal. Hartos de ser "segundones", algunos ya pegaron el portazo.

 

"Nos cree menos importantes"; "Piensa que no estamos a la altura de trabajar en el Municipio"; "siempre pasa esto de que ¿llegan y se olvidan de los compañeros'",  se quejan por  los peronistas por lo bajo en el Pueblo.





Por ahora importa cuánto durará, y cuántos otros funcionarios "importados" faltan por llegar. Y también resta saber cómo afrontará el Municipio esta carga económica "extra", en plena crisis y a la vista de los siempre decepcionados y ninguneados militantes de a pié.