Opinión del Lector

León Najnudel, a 82 años de su nacimiento: por qué es el hombre más importante del básquet argentino

Fue un visionario, un adelantado, pero sobre todo un hombre muy generoso que vivía subiendo la vara, socializando el conocimiento y buscando que todos sean mejores para potenciar el deporte que amaba





Hoy hubiese cumplido 82 años León Najnudel, el hombre más importante en la historia del básquet argentino. Sin él, no había Liga Nacional. Y seguramente no había Ginóbili, Scola, Nocioni, Pepe, la Generación Dorada, el oro olímpico y los subcampeonatos mundiales.

Un gran entrenador, campeón, sí, pero mucho más que eso. Un sabio, un tipo generoso, un adelantado a su tiempo que supo qué era lo realmente imprescindible: pensar en el bien común, subir la vara, ampliar conocimientos, formarse y formar…

Como ha contado Julio Lamas, cómo lo puso bajo su ala y lo hizo entrenador, algo que tampoco tenía tan claro cuando fue su pupilo.

O como ha relatado Oveja Hernández: cuando en sus comienzos, en los 90, era capaz de darle videos de su equipo para que el DT rival lo estudiara, “porque eso tenemos que empezar a hacer, el scouting del rival”.

Tenía un enorme compromiso con la actividad. Fue el pastor de su religión, el básquet.

El criado en Villa Crespo y salido de Atlanta quería verdaderamente que todos los entrenadores sean mejores. Y los jugadores. Y los dirigentes. Y los árbitros. Y los periodistas. Vivía para eso.

Recuerdo tal vez mi primera nota, tras un triunfo de Ferro, en 1996, le hice dos preguntas y me ladró. Yo era un pibe, pude hacerlas mejor. Me fui enojado, me había » altratado”, pero con el tiempo entendí que era para mejor. La próxima vez tenía que hacerlas mejor. Hasta a mí me ayudó con ese simple gesto. No me volvería a pasar de ir a preguntar sin estar bien preparado…

León era cabrón pero pensaba en todos. Por eso se volvió de Zaragoza, pese a estar dirigiendo en la ACB, para apuntalar su sueño de la Liga Nacional.

El torneo que revolucionó y potenció nuestro básquet, acostumbrado a los torneos locales, regionales y a un Argentino por año. Los mejores jugando contra los mejores, todo el año, por todo el país.

Un hombre de ideas y de acción. Un visionario que, por caso, les recomendó a los dirigentes de Ferro que contrataran a Carlos Griguol como DT de su equipo de fútbol. Siempre veía a Timoteo en el Etchart, que era un fanático del básquet y, con el tiempo, tomaría conceptos del básquet para el fútbol. Se hicieron amigos, compartieron conocimientos. Incluso con Julio Velasco, los tres coincidieron en Ferro entre 1979 y 1982, en una época de oro en Caballito.

León fue uno de esos que aparecen cada tanto, un verdadero imprescindible del deporte. Cuánto hace falta su presencia por estos tiempos en el básquet argentino.



Publicado el 14 julio de 2023

Autor: Julián Mozo|

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