Repudiamos categóricamente la represión desatada por la policía jujeña, por orden del Gobernador Gerardo Morales, contra docentes, estatales y el pueblo en general.



Las imágenes de violencia institucional contra la protesta social masiva, como respuesta a una Reforma Constitucional que atropella derechos de los pueblos originarios y por bajos salarios, nos angustia como hermanos que supimos sufrir también en Corrientes.



Las reformas de Morales intentan abordar el futuro de la explotación de los recursos naturales atropellando tierras pobladas, con métodos de súper extractivismo y cancelando la posibilidad de protesta social.



Por eso es legítima la resistencia de los jujeños, quienes merecen la solidaridad de las y los argentinos.



La represión debe cesar, la reforma de la Constitución anularse y abrirse en Jujuy un proceso de diálogo, sincero, con respeto de todos los derechos humanos de las y los jujeños.