Hace una semana planteamos en este espacio que no solamente se debe aparentar bueno, también y por sobre ese parecer, hay que serlo. Ser honesto, actuar con honestidad intelectual y tener transparencia. Claro, hablábamos del manejo de la cosa pública, de los recursos del Estado que son de todos nosotros, miles y miles de correntinos que esperamos respuestas desde hace mucho tiempo.
Menos de un día después de aquella columna (Todos somos buenos pero si nos controlan mejor -ver link aparte-) ocurrió el escandaloso episodio de las vacunas transportadas por el ministro de Salud Pública. Un lote de 900 dosis llevadas sin ningún tipo de protocolo sanitario ni de seguridad. El resto ya lo conocemos: Corrientes volvió a ser centro nacional de la noticia a raíz de un hecho justamente muy poco transparente, un hecho que tiene que ver con la administración pública del Estado. En este caso con una cuestión ultrasensible para la sociedad como es la gestión de vacunas anticovid en la provincia.
Corrientes está última en la lista de provincias que exhiben sus políticas públicas. Lamentablemente en nuestra provincia no se conocen los patrimonios de quienes se desempeñan en la administración estatal, funcionarios de las primeras líneas de Gobierno. Pero, además, tampoco se pueden acceder a las cuentas estatales, es decir, cómo gasta el Estado correntino y sus administradores el erario de los contribuyentes.
Por estas cuestiones es que el episodio de las vacunas en el asiento trasero de la camioneta del ministro de Salud Pública toma un ribete mucho más dramático. ¿Por qué? Porque con lo expuesto, los antecedentes tanto el protagonista de ese episodio como por el estilo de las administraciones que gobiernan Corrientes hace 20 años, no es un hecho aislado. Más bien, es justamente un estilo, una forma de gobernador y hacer de la política una apariencia. Vaciarla de contenido y agotar la administración de un Estado en abonar salarios a los empleados estatales.
Allí radica la importancia de la transparencia pública en gobernar. Porque consolida la institucionalidad en la provincia, saber el destino de los fondos públicos generará confiabilidad a inversiones y a ciudadanos propios en su Estado y en sus administradores.
El Poder Judicial y Poder Legislativo también deben hacer sus respectivos aportes a la transparencia y confiabilidad de un Gobierno. Y por supuesto la ciudadanía.
Lamentablemente el Gobierno Provincial encaró el episodio de las vacunas en el asiento trasero del rodado manejado por el ministro, de una forma totalmente contrario. Lejos de admitir el error y sancionar al responsable decidió ponerlo en una especie de categoría de héroe. Pero no se trata del voluntarismo del funcionario en, pensando bondadosamente, se trata de que las acciones de Gobierno se deben realizar siguiendo las normas y leyes establecidas. No tomando atajos por mas buenas intenciones de los funcionarios.
En medio la pandemia de Coronavirus el hecho del que se cumplirá mañana una semana, sin investigación judicial ni administrativa de por medio, no hizo más que reafirmar lo que se observa a diario que es el manejo rudimentario de la Salud Pública.
Una falencia que lamentablemente en Corrientes no es nueva, pero quedó más en evidencia con el contexto pandémico, hace ya un año en el país.
La forma de modificar estas cuestiones que parecen endémicas en Corrientes es optar por otros modelos y formas de hacer política. Elección que podemos hacer este año. A pensarlo.-
NOTA RELACIONADA
https://www.corrienteshoy.com/opinion-del-director/todos-somos-buenos-pero-si-nos-controlan-mejor.htm