Los Alonsitos se presentaron el sábado en la ciudad de Buenos Aires, más precisamente en La Trastienda, donde deleitaron al público con su auténtico chamamé. La sala a rebosar de entusiasmo y alegría se convirtió en una gran peña de la mano de Ariel Báez, Marco y Marcelo Roselli Majul, acompañados por destacados músicos.


Los Alonsitos, dignos representantes del género chamamecero, celebraron en la Capital Federal sus 38 años de trayectoria. El Chamamé, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, fue el protagonista indiscutible de la velada.


El grupo correntino invitó al público a bailar y a disfrutar de la esencia de la música litoraleña, una tradición que es un orgullo para la música y el folclore argentino.



REPERTORIO



Un repertorio que tuvo los infaltables Eterno Amor, Niña del Ñangapiri, Kilómetro 11, Todo el mundo a Cantar, Puerto Tirol, entre otros, que hicieron que el festejo siguiera en ascenso y la peña correntina se hiciera sentir en los pasillos de La Trastienda, también con populares popurrís que hicieron que todos se unieran en un baile y sapucay. El espíritu del carnaval también se apoderó de la noche gracias al reconocido trío.



UNA NOCHE ESPECIAL



Los Alonsitos, la banda correntina más importante y reconocida de la música argentina, regresó a Buenos Aires para brindar un encuentro único con su público.
Desde el grupo calificaron a esa noche como «mucho más que un concierto… fue un viaje emocional y musical que conectó a todos los presentes con la rica herencia cultural de Argentina y con el espíritu festivo del chamamé».