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Los cuatro peligros ocultos para la salud al dormir con el ventilador encendido y cómo evitarlos de forma sencilla

Hace calor, es casi insoportable y cuando llega la noche es todavía peor, ya que cuesta dormir con temperaturas tan elevadas, por lo que nos decidimos a utilizar las herramientas y consejos a nuestro alcance con las que hacer más llevaderas las horas nocturnas.



Una de las opciones pasa por instalar y encender en el dormitorio un ventilador clásico, de los de aspas de toda la vida, para hacer que se mueva un poco el aire y nos refresque el ambiente, algo que además de tener un coste económico puede suponer también un precio para nuestra salud.



Y es que, dormir con un ventilador toda la noche encendido también puede provocar problemas de salud que en ocasiones ni nos planteamos, pero que conviene conocer para tomar precauciones y evitarlos, como veremos a continuación.



Principales problemas causados por dormir con el ventilador encendido



Irritación de las mucosas por deshidratación: los ventiladores expulsan aire a temperatura ambiente y ayudan a quitarnos de encima el sudor, método natural del cuerpo para aliviar el calor al evaporarse el agua. Sin embargo, si la intensidad del aire es elevada, el efecto refrescante no será tan efectivo pero sí nos estaremos deshidratando más rápido haciendo además que nuestras vías respiratorias se resequen. Esto puede causar irritación en la piel y de las fosas nasales, así como congestión, dolor de cabeza, irritación en los ojos o sequedad de garganta.



Rigidez muscular: dormir toda la noche con un ventilador dándonos directamente en el cuerpo puede provocar también rigidez y hasta contracturas musculares . Están ocasionadas por el flujo constante de aire que hace que los músculos se tensen produciendo dolores musculares en incluso en casos extremos si hemos dormido en alguna postura extraña directamente una contractura.



Problemas de alergias: otro problema frecuente al dormir con ventiladores encendidos toda la noche es el relacionado con las alergias. Las corrientes de aire generadas por un ventilador pueden arrastrar consigo alérgenos como polvo o ácaros, polen o pelo de mascotas.



Nivel de ruido: y no podemos olvidar el tema del ruido, que aunque en principio no suele ser demasiado molesto en los niveles bajos de funcionamiento, ayudando a algunos usuarios a conciliar el sueño, también puede llegar a resultar molesto e incluso despertarnos en ciertos momento de la noche perjudicando la calidad del sueño.



Qué hacer para no tener estos efectos adversos



La primera medida para evitar los posibles efectos adversos pasa por evitar una corriente de aire continuada siempre en la misma dirección, algo que podemos solucionar activando el modo giratorio u oscilatorio del aparato. De esta forma el aire no va siempre en la misma dirección y de paso se facilita el que la estancia se refresque de forma más uniforme.



La sequedad y deshidratación en piel y mucosas producidas por la corriente constante de aire puede resolverse si combinamos el ventilador con un humidificador o usamos directamente un climatizador evaporativo, aunque tampoco conviene abusar en la expulsión de agua al ambiente y hay que escoger bien cuál es la cantidad óptima para nuestra sala en concreto que mantenga la humedad relativa del aire entre el 45%-60%.



Otra posibilidad que pueda resultar interesante es la de establecer programaciones. Hacer que el ventilador se apague y se encienda cada cierto tiempo puede ayudar, algo que podemos hacer si el dispositivo tiene un temporizador incorporado, o si no usando un enchufe inteligente al que conectaremos el ventilador.



Usar ventiladores de techo en lugar de modelos de pie o sobremesa ayuda a disipar los problemas que genera el aire directo en el usuario, ya que generan mayor caudal de aire y son capaces de refrigerar la habitación de una forma más eficaz y uniforme, pero es importante también que tengamos las aspas del ventilador limpias para evitar que se acumule polvo.



Buena limpieza de las aspas y componentes del ventilador. Este es un punto fundamental si queremos evitar los problemas de alergias antes mencionados.



Para evitar el problema del ruido conviene comprar modelos de ventiladores que tengan un modo silencioso o modo noche. Es aconsejable usarlo y no solo por disminuir el ruido que genera, sino porque producen corrientes de aire más suaves y agradables para el ambiente nocturno.



Hidratación antes y después de dormir: también conviene, si hace mucho calor, que para evitar la deshidratación causada por el exceso de corrientes de aire bebamos agua e hidratemos la piel justo al irnos a dormir y nada más levantarnos.

SALUD VENTILADOR

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