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Los liberales alemanes amagan con romper la coalición semáforo de Olaf Scholz

Son las primeras voces que sugieren abiertamente la ruptura de la coalición semáforo, gracias a la que gobierna en Alemania el socialdemócrata Olaf Scholz desde 2022, junto con liberales (FDP) y Los Verdes. Los resultados de estos tres partidos en las regionales de Turingia y Sajonia suponen un severo castigo y un claro voto de protesta por sus políticas. Esa es al menos la lectura del miembro de la ejecutiva federal del FDP y presidente del grupo parlamentario de Schleswig-Holstein, Christopher Vogt , que se ha manifestado esta mañana a favor de poner fin a la cooperación con el SPD y los Verdes en el gobierno de Alemania. «La señal de los ciudadanos es clara: ahora hay una necesidad urgente de un definitivo cambio de rumbo en la política migratoria y económica. Sin embargo, mi esperanza de que esto sea posible con los Verdes y partes del SPD se está desvaneciendo«, ha dicho, tras calificar los resultados como «una catástrofe» para su partido. El FDP desparece de los parlamentos regionales de estos dos Bundesländer orientales y posiblemente también del de Brandemburgo, que celebra elecciones en tres semanas. «Un \'business as usual\' no puede ser una opción», ha insistido Vogt.Respalda así la tesis de uno de los históricos liberales y vicepresidente del partido, Wolfgang Kubicki , que apenas un cuarto de hora después de conocerse los sondeos a pie de urna ya había dado su cáustica opinión. «El semáforo ha perdido su legitimidad», escribió en X. «La gente tiene la impresión de que esta coalición está dañando al país», dijo también en una entrevista, y agregó que «definitivamente perjudica al FDP». Noticia Relacionada Elecciones en Alemania estandar Si La extrema derecha prorrusa gana en la región alemana de Turingia Rosalía Sánchez | Corresponsal en Berlín En Sajonia vencen los conservadores de la CDU por un estrecho margen sobre la formación radical de Alternativa para Alemania liderada por Björn HöckeEs comprensible esta reacción, si se tiene en cuenta que el FDP ha obtenido 0,9 por ciento de los votos en Sajonia y el 1,1 por ciento en Turingia . El otrora orgulloso partido funcional de la República Federal de Alemania aparece ahora bajo el epígrafe «otros» en la clasificación electoral, a la par, por ejemplo, con el Partido de Protección Animal. «En el espectro de la clase media, el FDP ya no tiene importancia parlamentaria», confirma el investigador del partido Benjamin Höhne , que admite que «el FDP tiene dificultades con los socios del semáforo y sus votantes aún más, de forma que en algún momento puede llegar la hora en que abandonar la coalición esté mejor justificado que continuar como de costumbre».No es la primera vez que el FDP se ha enfrentado a la pregunta: ¿irse o quedarse? Y generalmente había buenas razones para ello. Pero fuentes de la sede del partido en Berlín deslizan que las derrotas en Sajonia y Turingia ya estaban descontadas. «No con esta severidad, pero aún así«, dicen las citadas fuentes, que no creen que sea el momento de forzar unas elecciones anticipadas y apuntan a otras causas detrás de la derrota. Comentan, por ejemplo, que el partido regional en Sajonia se había debilitado desde que un ex presidente, que había dado forma al partido durante 20 años, abandonó el partido para fundar el suyo propio. En Turingia, Thomas Kemmerich se ha distanciado abiertamente de la sede central. En ambos casos existe una práctica política probada que los liberales aplican regularmente: la sede del partido en Berlín no se hace responsable de los riesgos y efectos secundarios de partidos solitarios y asociaciones estatales en conflicto. Además, está lo que mostró la encuesta postelectoral en ambos estados federados. Según estos datos, aproximadamente una de cada dos personas votó a la CDU no por convicciones democristianas, sino para debilitar a AfD. Si nos atenemos a lo que se escucha en Berlín, la coalición semáforo aguantará como pueda hasta 2025.Pocas veces, en todo caso, ha sido tan difícil hacer balance para el secretario general del FDP, Bijan Djir-Sarai , que ha hablado de «un retroceso temporal y un incentivo al mismo tiempo». Justifica la actuación de su partido en la coalición de gobierno y recuerda que, en la disputa presupuestaria con el SPD y los Verdes, el minsitro de Finanzas liberal Christian Lindner se mantuvo firme. No ha mencionado, sin embargo, que el Tribunal Constitucional alemán ha tumbado dos presupuestos generales de Lindner, los de 2023 y 2024, y que los de 2022 fueron heredados de la última legislatura de Merkel. Es cierto que el FDP apuntala el respeto al freno de la deuda, ampiamente cuestionado por otros miembros del gobierno, lo que de cara a sus votantes en el conjunto de Alemania convence como argumento para quedarse. Y es cierto que estos resultados no son exactamente extrapolables a todo el territorio alemán. Pero sobre todo es cierto que, centrados en las elecciones de 2025, está a punto de comenzar la lucha por los mejores lugares de la lista, en Renania del Norte-Westfalia y Baden-Württemberg, y que e partido parece más centrado en eso que en romper la coalición semáforo.

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