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Los socialdemócratas vuelven a abrir los brazos a Schröder, el hombre de Putin en Alemania

«Reconocer los logros de su vida en su conjunto». Esa ha sido la justificación expresada por el nuevo secretario general del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Matthias Miersch , tras hablar de su deseo de que sea readmitido en la formación política el excanciller Gerhard Schröder , el hombre de Putin en Alemania .En un momento en el que la influencia de Moscú parece estar ganado enteros en gobiernos y parlamentos europeos, el SPD retoma esta relación, interrumpida por los impresentables y lucrativos altos cargos que Schröder ocupaba en empresas energéticas rusas, gracias a la influencia de que disfruta en Alemania con ex canciller federal y a cambio de abrir puertas a las empresas rusas. El PSD se distanció de Schröder por sus posiciones contrarias a las mantenidas para el partido y, sin embargo, afines a Putin, para quien estuvo trabajando incluso desde el gobierno alemán.Todavía en la Cancillería de Berlín, Schröder firmó un aval del Estado alemán de 900 millones de euros a Gazprom para la construcción del primer gasoducto Nord Stream, la vía a través de la que Rusia inyectaría gas en el sistema energético europeo. Apenas perdió las elecciones de 2005 contra Angela Merkel , Gazprom fichó a Schröder como asesor con un sueldo de 250.000 euros anuales y desde 2017 formó parte del consejo de supervisión del gigante petrolero Rosfnet , cargo dotado con una remuneración de 530.000 euros anuales declarados.Noticia Relacionada estandar Si Berlín, el «refugio seguro» de los oligarcas rusos Rosalía Sánchez | Corresponsal en Berlín Finalmente, fue nombrado miembro del consejo de Gazprom, aunque el título del que más ha presumido públicamente es el de «amigo personal de Vladímir Putin», con el que celebra incluso sus cumpleaños. Durante las últimas dos décadas, su actividad ha tupido una red de relaciones económicas, especialmente en el sector energético, que ha dificultado a la diplomacia alemana enfrentarse abiertamente a Moscú. En varios episodios ha trabajado como el conseguidor de Putin, como cuando en febrero de 2017 organizó una reunión con la ministra de Economía y Energía de Merkel, Brigitte Zypries , que llevaba tres semanas en el cargo y había sido anteriormente ministra de Justicia de Schröder, para allanar el camino a la construcción del gasoducto Nord Stream 2. Consiguió una cita en el Ministerio para sólo unos días después y con sólo una llamada de teléfono a la que, además, llevó como invitado sorpresa al jefe de Gazprom, Alexei Miller . A la mañana siguiente y sin siquiera consultar con el Ministerio, Gazprom anunció en un comunicado la fructífera reunión de trabajo. Miller fue recibido también y reiteradamente desde julio de 2015 por Sigmar Gabriel , otro ministro y presidente entonces del SPD, gracias igualmente a la intermediación de Schröder, a quien se atribuyen movimientos en la sombra que habrían desembocado en la decisión de Merkel de prescindir por completo de la energía nuclear, a raíz de la crisis de Fukushima en 2011. Todo ello desde la oficina que Schröder mantenía en el Bundestag, en su calidad de excanciller de Alemania.Sólo después de la invasión rusa de Ucrania y del posicionamiento europeo, su reiterada defensa de Putin se hizo insoportable para el SPD y fue apartado del partido, en un proceso que causó fricciones internas y que es revertido ahora con la decisión de Miersch.«Tuvimos dos procedimientos de arbitraje contra Gerhard Schröder y ambos han certificado que no se comportó de forma perjudicial para el partido», ha explicado el secretario general del SPD, para quien el caso quedó «cerrado desde el punto de vista jurídico». «Puedo apreciar el trabajo de su vida en general, especialmente como presidente del distrito de Hannover, incluso si tengo una visión fundamentalmente diferente sobre Putin y el ataque a Ucrania», se ha afianzado en la reconciliación en una entrevista con la revista Stern.Miersch es el actual jefe del SPD de Hannover, ciudad natal de Schröder y donde radica su base de poder en el partido. Allí se concentran también los nódulos de la red de intereses económicos para la que ha seguido trabajando desde que salió de la Cancillería de Berlín. El último de sus negocios se descubrió en marzo, cuando el entrenador ruso Sergei Ivanov publicó en redes imágenes de una fiesta con Schröder y su esposa, Soyeon Schröder-Kim , en Dubai, a la que asistía también el empresario alemán Raymundo Scheffler . Todos ellos implicados en la cooperación económica entre Rusia y Dubai en materia de drones y biotecnología.«La actual ola de indignación me parece ridícula, pero en cierto modo típicamente alemana», ha respaldado la reconciliación con Schröder el diputado socialdemócrata Ralf Stegner , «a veces tengo la sensación de que ya nadie quiere hablar de hechos, se parece un poco a la Iglesia católica de hace unos cientos de años, cuando la gente tenía que recitar el credo para evitar ser considerados herejes».«Aunque realmente no comparto algunos de los puntos de vista en relación con Putin y la guerra de Ucrania, y también tuve una opinión diferente sobre la Agenda 2010, hay que reconocer algunos méritos de Schröder para el país», ha defendido también Michael Müller , ex alcalde de Berlín y ahora diputado del SPD en el Bundestag.

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