Algunos de los compradores esperan desde el 2017, pero otros afirman haber entrado al fideicomiso en los últimos años, bajo la gestión actual. Los que ya escrituraron pagan impuestos igual.
Una serie de lotes del barrio Santa Catalina siguen sin ser entregados por la Municipalidad debido a la falta de obras de servicio básicas. Los compradores de los terrenos en cuestión, desesperados frente a la falta de respuestas, se convocaron y solicitaron audiencias con el intendente y el viceintendente, pero no hay respuestas claras en torno a la situación.
El grupo, que más allá de los reclamos públicos también elevó una nota para que se responda por escrito y se informe sobre el estado y el avance de las obras, está conformado por aproximadamente cien personas que, por el tiempo que ha pasado y la inflación, decidieron tomar acciones.
Estaba fijada para el miércoles una audiencia de los vecinos con el viceintendente de la ciudad, Emilio Lanari, sin embargo el funcionario la canceló a último momento. Ese mismo día, el intendente Eduardo Tassano realizó declaraciones en un medio radial sobre el tema.
El funcionario indicó que los lotes fueron vendidos durante la gestión anterior a precios que están desactualizados, sin embargo, fuentes de la agrupación vecinal refutaron tal información.
Si bien es cierto que el proyecto corresponde al periodo en que Fabián Ríos lideraba la comuna, más de la mitad de los terrenos fueron vendidos en los últimos años. Así lo dijo una de las vecinas, que prefirió permanecer en el anonimato, y agregó que las ventas continuaron hasta mediados del año pasado, con otras reglas de juego: un nuevo plan de pago e intereses elevados.
La zona en cuestión debía ser entregada con obras que responden a los servicios básicos: enripiado, cloacas, agua, alumbrado público y cordón cuneta.
Los vecinos dijeron estar “preocupados y desesperados” ante al inminente cambio de gestión: temen quedar nuevamente en medio de una discusión entre lo que hizo o no hizo la actual, mientras la futura también ignora sus reclamos.
De hecho, esto fue lo que dijo Tassano respecto a la administración de Fabián Ríos. “Cuando nosotros asumimos no había nada de eso (obras de servicios) y tuvimos una situación compleja que resolver desde el punto de vista económico”, expresó el intendente en comunicación con un medio radial.
Además, indicó que dos de las cuatro pastillas, como se denomina técnicamente a cada bloque de terrenos, se entregarán próximamente con todo lo necesario. Respecto a las otras, explicó que “está faltando un esquema de cordón cuneta y algo de electrificación” que resolverán en breve.
Sin embargo, el gerente general del Fideicomiso de Administración Santa Catalina, Santiago Merino, le informó a una de las vecinas afectadas, Jésica Meza, que en estas dos pastillas ni siquiera hay cloacas. La zona tampoco está nivelada.
Respecto a este sector, la vecina que charló con El Litoral contó que es el más cercano al Instituto de Vivienda de Corrientes (Invico) y es justamente donde se encuentra su lote.
“En ninguna parte del contrato ni al momento de la compra dijeron que la entrega se iba a hacer por partes, sino yo hubiese elegido la otra punta, la que van a entregar este año. Es injusto porque algunos llevamos desde el 2016 esperando”, lamentó la vecina.
Luego de la nota presentada, los firmantes fueron citados por Merino y se reunirán en los próximos días.
Les cobran impuestos
Muchos de los vecinos decidieron no escriturar los terrenos debido a que, una vez realizado el trámite legal, los propietarios quedaron a cargo del pago de impuestos, pese a no poder hacer uso o goce de los lotes que les pertenecen.
Respecto a ello y de acuerdo a una de las vecinas, estaba estipulado en el boleto de compraventa que el pago de impuestos iniciaría una vez concretada la entrega de los terrenos.
Por ello, en la nota que elevaron a las autoridades correspondientes incluyeron un pedido de eximición de cualquier pago recaudatorio en tanto no sea efectiva la entrega de los lotes.
El sueño de la casa propia
Una fuente que pidió reserva de identidad, espera desde el 2016 el momento en que le hagan entrega de su terreno en el barrio Santa Catalina, y explicó que desde entonces se cambiaron constantemente las fechas de entrega y todo se comunicó “de palabra”.
Expresó que ya terminó el pago del lote y que durante ese tiempo “siempre pasaba por el lugar con la esperanza de la vivienda propia, con la que se sueña y a la que se apuesta”. La angustia de los vecinos aumenta con la inflación y la suba de los precios de la construcción. Al no poseer oficialmente los terrenos, no pueden edificar y con cada día que pasa se estira la brecha entre lo que salía levantar una casa hace cinco años y lo que cuesta ahora.