El PJ frustró la intención del gobernador de reformar la Constitución y prorrogar su mandato dos años.
Sentado junto a otros mandatarios y muy cerca del presidente Mauricio Macri, el gobernador correntino Ricardo Colombi lucía serio y molesto, casi sin poder ocultar su amargura. La postal pudo verse el jueves 27 pasado, en la presentación de la Mesa Nacional de Cambiemos, y tenía una razón excluyente; la repentina unidad del PJ de esa provincia le había impedido horas antes a Colombi habilitar una reforma constitucional para extender dos años más su control sobre la provincia. El plan fracasó y en Corrientes -también en la Casa Rosada- ya piensan en un plan B para retener la provincia en las elecciones de 2017.
"Lo esperábamos, porque un sector del PJ nos prometió en su momento apoyar y luego se dio vuelta", afirmaron a la nacion en la coalición que gobierna la provincia, mayoritariamente radical. Las miradas están puestas en el intendente de la capital, Fabián Ríos, que en tándem con el otro referente del PJ, el hoy senador nacional Carlos "Camau" Espínola, ordenó a sus legisladores votar en contra del intento de reforma, que buscaba "unificar el calendario local con el nacional", para establecer un período de dos años y volver a votar a gobernador en 2019.
La coalición oficialista ECO sumó 16 votos para habilitar esa reforma, cuatro menos de los que necesitaba, mientras que 11 legisladores (PJ, Partido Autonomista y Forja) votaron en contra y se abstuvieron tres, del PANU.
"El PJ tiene su propia agenda y no avala el proyecto de reforma", afirmó Ríos luego de la votación que terminó con los sueños de continuidad de Colombi, quien el año próximo culminará su tercer período como gobernador (ganó las elecciones de 2001 y 2009, y en 2013 obtuvo su tercer mandato).
Las opciones
De inmediato, la coalición gobernante comenzó a pensar en el futuro. Colombi confía en su mano derecha, el senador provincial Sergio "Checho" Flinta, y en su ministro de Gobierno, Carlos Vignolo, aunque en los últimos meses sumó muchos puntos el diputado nacional Gustavo Valdés, de buena vinculación con varios ministros del gabinete, como Rogelio Frigerio (Interior), encargado de las relaciones con los mandatarios provinciales. Los tres son radicales.
"Veremos quién es el mejor candidato. Uno esta acá y no sabe dónde el destino lo va a situar políticamente, y con una oposición que está a la deriva como el FPV", consideró Flinta, presidente de la UCR provincial, en una entrevista radial.
Apuntó a Camau Espínola, que sería la carta del PJ para recuperar la provincia. "Camau es cría del kirchnerismo. Está buscando un lugar para dar y recibir. Es un candidato perdedor", disparó Flinta, con un estilo frontal que comparte con su jefe político. "Tenemos por delante la elección de autoridades partidarias y la elección del candidato. Todo va a salir por consenso, bajo el liderazgo del gobernador", afirmó Valdés a LA NACION.
El Gobierno mira encuestas y respira optimismo, a pesar del tropezón que significó la frustrada reforma. La imagen de la gestión de Colombi, aseguran, supera el 70% y el propio gobernador, quien no se da por vencido fácilmente, ya se anotó para pelear la intendencia de Mercedes, su ciudad y bastión político.
De todos modos, y para asegurar una buena performance electoral, Macri concertó un plan de obra pública por $ 6000 millones, cuyos frutos se verán en coincidencia con las elecciones. El titular de Pro Humberto Schiavoni afirmó a la nacion que ese partido "ratifica su compromiso con la continuidad de Cambiemos en Corrientes, donde los socios principales son la UCR y Pro". Macri podría sugerir como compañera de fórmula de quien Colombi elija a su referente local, Ingrid Jetter, intendenta de Riachuela.
"Estuvimos doce años peleando contra el gobierno nacional. Ahora los correntinos no pueden volver a ese camino", reflexionó un asesor del gobernador, confiado en que Colombi se anotará de todos modos una victoria política el año próximo, y su coalición seguirá gobernando Corrientes hasta 2021. La Nación