Promocionada como una reunión del PJ en la que no faltaron anuncios de corte partidario, pasando por sobre la conducción de Gerardo Bassi la renovación residual sin Ríos ni Pruyas dejó en evidencias que no tiene cartas para este juego. No hubo pesos pesados. La foto por si sola habla. Cuatro intendentes de localidades muy pequenas, cuatro diputados tres de los cuales terminan su mandato y ningun senador. Notorias ausencias, la mas significativa La Campora que con Pitín a la cabeza se replegó para rearmarse en un escenario complejo. Los presentes salieron con mas dudas que certezas sin saber donde están frente al dilema justicialismo vs Unidad Ciudadana. La moción del diputado libreño Loro Yardin de que no haya reelecciones en ese espacio fue un balde de agua fría para muchos que como el concejal Molina, y los diputados Meixner y Tatín Acevedo han puesto primera en ese rumbo. A pesar de ser muy bien recibido la propuesta del Loro no quedó plasmada en el documento que como un clásico fue el broche de oro de la juntada que vuelve a desafiar el poder partidario que Romero comparte con Gerardo y el Negro Giraud.

 

En términos de poder propio como sector para enfrentar una elección interna compleja como será la de mayo venidero la reunion de Mantilla no estuvo a la altura de las circunstancias.



Pago de los Deseos, Loreto, Mantilla y Lavalle no representan nada en terminos electorales. Es mas, tres de ellos dejaron en claro que van a las reuniones que los invitan. Son comunas de tercera categoría. Tampoco los diputados que más allá de sus militancias tras ellos no muestran poder territorial propio sea Pacayut, Meixner, o Tatín. Quizás el único sea Yardin quien tiene por delante una dura interna con Tincho Azcua en Paso de los Libres y donde cualquiera de ellos no ganará por mucho, algo que en internas es lo que cuenta. Valen las localidades que pueden hacer diferencias y Paso de los Libres no es una de ellas. Aún así las palabras de Yardin calaron hondo dentro del espacio renovador al pedir que no se promuevan reelecciones una música para los odios de los que están en lista de espera.

 

Los senadores Roberto Miño y Nancy Sand que llegaron por este sector no estuvieron presentes.Tampoco estuvo el diputado Mortola lo cual vuelve a mostrar que Bella Vista hará su propio juego, distante de las idas y vueltas del fabianismo cuya conducción desde hace tiempo critica Joseito Mortola, el jefe del clan.

 

De todos el único que representará al espacio al concluir el 2019 sera Felix Pacayut, un dato relevante en terminos de poder.



Mortola aunque tendrá dos años mas juega como queda dicho un partido propio, en sintonía con las necesidades de Bella Vista, y bajo el liderazgo de Mortola padre, un hombre que de política sabe.

                

De los departamentos con peso electoral no hubo presentes, ni siquiera de Goya cuyo principal referente Ruben Bassi desde hace tiempo es crítico de la conducción del espacio.



Lo más criticable quizás fue el rol sumido por el dueño de casa que habló de decisiones partidarias que corresponde a los cuerpos organicos. Hablo de fecha de Congreso y de internas con anuncios que no le pertenecen, y la repetida invocacion del cargo de Presidente del Bloque de Diputados es algo que no cae bien entre el resto de los diputados que le atribuyen a esa función un rol estrictamente institucional sin uso internista.



La ausencia de La Campora dejó más de una lectura como la confusión notoria al momento de marcar identidad. Si bien hubo una cerrada y despiadada critica hacia Víctor Cemborain y particularmente contra el ex candidato a gobernador Camau Espínola pareciera quedar en duda la apoyatura a Unidad Ciudadana, un efecto, se dice, de los cuadernos que han puesto en crisis al kirchnerismo.



Felix Pacayut ofició una vez mas de vocero de Fabián Ríos dando a entender que acompaña. Algunos dicen que llegó hasta cuatro bocas y prefirió volver al no ver un marco adecuado. Otros aseguran que aún no madura su duelo, y que prefiere un perfil bajo frente a los vientos huracanados que conmueven la política originados en el plano judicial.



El llamado Estudio San Juan fue, desde el inicio del kirchnerismo, la usina de negocios en los que los Intendentes fueron victimas del sistema, algo que comienza a preocupar a partir de las investigaciones puestas en marcha por Claudio Bonadio. Una treintena de jefes comunales del Chaco ya estan citados. Dos al menos de Corrientes también (Paso de la Patria y Curuzú Cuatiá), y, en ese Juzgado hay además abierta y unificadas causas que involucran al ex Intendente de Corrientes que consciente de ello prefiere el perfil bajo, situación que tiene en cuenta tanto Rubén Pruyas como el propio Tatín que podría entender que lo suyo no es solo cuestión de cargos electivos.