En unos días iremos a las urnas. No solamente será colocar una de tantas boletas que encontraremos en los cuartos oscuros de las escuelas correntinas. El elector querrá saber qué lleva consigo esa boleta.
Hoy, en cualquier campamento electoral, un ruido predomina y es molesto a los tímpanos de los votantes: son los chispazos de las espadas y de los cascos de combate internos de cada partido político que se suma a esta contienda de medio turno para los correntinos pero de fichas completas para el electorado nacional.
Mientras se discute aún si CFK sí o si CFK no, el mismo gobierno nacional se debate entre la desesperación por hacer pie en las arenas movedizas de una economía implosionada más por los propios que los de afuera y la necesidad urgente de enfilar a la tropa de la mejor manera posible.
Como sea y aun con los caballos desensillados, tanto el oficialismo como la oposición tienen algo en común: la falta de propuestas y el ruido ensordecedor de las peleas internas por las candidaturas…
Unos llegan desgastados y maltrechos por el desgaste de una gestión con muchos parches y remiendos en áreas esenciales. Los otros, que deberían tener la jugada más clara y llegar con cierta holgura a las listas, eligieron el campo electoral y un proceso eleccionario clave para lavar y secar sus trapitos comiteriles no tan santos.
Entonces, la cuestión es: ¿Qué le queda al elector que día a día se entera que necesita más de $200.000 para no ser pobre? En definitiva, se escuchan más los ruidos de las espadas que se sacan chispas que las propuestas y eso no es alentador, máxime teniendo en cuanta que miles de jóvenes van a estrenar su paso por el cuarto oscuro.
Sería bueno que recuerden que lo de “oscuro” hace referencia a la condición del espacio físico aislado de toda influencia externa para el elector. Hay buena luz en cada salón. Lo que corre serio riesgo a este ritmo de peleas internas es que se oscurezcan las boletas por falta de propuestas y los sobres terminen vacíos en las urnas.
Por el bien de todos seria muy bueno que se dieran cuanta a tiempo. Este 11 de junio tendremos la oportunidad de ratificar o rectificar los rumbos de nuestra Provincia y en turnos posteriores, hacer lo propio a nivel nacional.
Así como el árbol no debe taparnos el bosque, los cascos y las espadas de la lucha por los cargos deben dejar que las voces de las propuestas se escuchen. Resulta imperioso que suceda. Ya.