Decenas de miles de personas colmaron este domingo el Zócalo, la plaza principal de la Ciudad de México, por segunda vez en cuatro meses, para manifestar su rechazo a una reforma electoral impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Bajo la consigna "Mi voto no se toca", una multitud vestida de blanco y rosa, los colores que identifican al Instituto Nacional Electoral (INE), llenó gran parte del paseo y varias calles aledañas del centro histórico de la capital.
La oposición rechaza las reformas que fueron aprobadas el miércoles pasado por el Congreso, dominado por el oficialismo y sus aliados. El INE sostiene que con esos cambios será eliminado el 85 por ciento de su personal de carrera y se reducirá su capacidad operativa. En cada estado, según el organismo electoral, habría ahora una oficina operada por una sola persona.
Para el presidente mexicano, quien hoy estaba de gira en el interior del país, el organismo electoral es caro y toleró fraudes en el pasado. En tanto, partidos opositores sostuvieron que con esos cambios se afecta la independencia del INE y se inclina la balanza a favor del gobierno de cara a los comicios presidenciales, previstos para mediados de 2024.
Tanto el INE como los partidos de oposición anunciaron que recurrirán a la Corte Suprema con el objeto de impugnar la reforma sancionada. Los cambios a la legislación electoral fueron aprobados luego de que en diciembre pasado fracasara un proyecto de reforma constitucional destinado a eliminar el INE. Esa iniciativa originó una multitudinaria protesta el 13 de noviembre, también en la Ciudad de México.
López Obrador descalificó de antemano la protesta, al señalar que detrás está un grupo de "corruptos" que quiere volver al poder para seguir robando. El presidente considera que los directivos de INE gozan de privilegios que no tienen otros funcionarios. El líder de izquierda insinuó incluso que la manifestación era a favor de Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública durante el gobierno del expresidente Felipe Calderón, a quien la justicia de Estados Unidos acaba de declarar culpable por narcotráfico.