Tal vez parece imposible imaginarse que en estos tiempos exista esclavitud infantil, pero es una realidad que afecta a más de 200 millones de niños a nivel mundial. La esclavitud infantil se manifiesta a través de distintas formas de sometimiento como el trabajo forzoso, trata infantil, esclavitud doméstica, matrimonio forzado, reclutamiento para ser soldados o combatientes y explotación sexual. En el Día Mundial contra la Esclavitud Infantil y sobre el matrimonio forzado de niñas opinó para Télam Mabel Bianco médica, feminista, master en salud pública (MPH), epidemióloga y especialista en estadística médica y presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM).
El 16 de abril se celebra el Día contra la esclavitud infantil, en homenaje a un niño pakistaní de 12 años asesinado por la Mafia de las Alfombras, a quien su padre lo vendió para lograr dinero que necesitaba para la boda del hijo mayor. A los 10 años empezó a luchar contra esas mafias y logró desenmascarar a varias, liberando a muchos niños. La esclavitud infantil tiene múltiples formas y se registra en todo el mundo. UNICEF señala que existen 400 millones de niños en el mundo que son explotados con fines laborales y que son sometidos a distintas formas de esclavitud.
Las niñas son también explotadas y una de las formas de esclavitud es la convivencia o el matrimonio infantil. La entrega o alguna forma de intercambio de las hijas que se ve en general en familias pobres o que viven en lugar muy alejados, genera las entreguen a familias o individuos con mayor capacidad económica o que viven en áreas mas desarrolladas, lo que les hace pensar que así tendrán mejores posibilidades de educarse y vivir mejor. La realidad es que estas niñas pasan a ser obligándolas a prestar servicios domésticos sin retribución alguna y con frecuencia son abusadas sexualmente por los varones de la familia. En casos de hombres solos las niñas que conviven son no solo sometidas a servirles en la atención de la casa y personal, sino también a ser sus esclavas sexuales. Es así como estas niñas abandonan la escuela si aún asistían, padecen violencia, son violadas sistemáticamente, son madres adolescentes precoces y tienen mayor riesgo de padecer enfermedades de transmisión sexual incluido el VIH /Sida.
En Argentina un estudio que estamos haciendo desde la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM) sobre el matrimonio y /o convivencia infantil de las niñas en el país evidencia que este es un hecho mas frecuente en las provincias del noreste argentino, pero que se observa en todo el país, bajo la modalidad principalmente de convivencia. Si bien la pobreza es una variable importante no es la única, pesan otras como la búsqueda de alejarse de sus hogares, donde muchas sufren violencia y/o están a cargo del cuidado de sus hermanos menores y de las tareas domesticas. Otro factor determinante, es el vivir en un ambiente socio-cultural en el cual la convivencia de niñas con hombres mayores, ya que esta es la característica, son hombres entre 10 y 15 años mayores que ellas, esta naturalizado y por tanto lo viven como normal. Si bien en Beijing en 1995 en la Conferencia de la Mujer, se reconocieron entre las practicas nocivas para las niñas, el matrimonio o convivencia infantil y se promovió su eliminación, poco se ha avanzado en el mundo. En nuestro país menos aún, ya que es algo que se cree no existe, que es propio de otros países y regiones del mundo. Llamar la atención sobre esto y sobre como afecta a las niñas es algo que nos proponemos para contribuir a su disminución y eliminación. Por eso en este día decimos NO MAS convivencias forzadas de niñas, una forma de esclavitud infantil.
Mabel Bianco, médica, feminista, master en salud pública (MPH), epidemióloga y especialista en estadística médica y presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM).