El médico Daniel Kreis, acusado por la muerte de Mónica Montero ocurrida en 2012, solicitó ante las autoridades del Tribunal oral Penal de Goya la suspensión de juicio a cambio de ofrecer a la parte querellante la irrisoria suma de $1500 como resarcimiento por la muerte de la mujer.
La solicitud presentada por la defensa de Kreis, a cargo Pablo Muniagurria, fue desestimada por los jueces del TOP, por lo que la causa continuará su curso.
Consultado al respecto, José Luis Aranda, esposo de la mujer fallecida y querellante en la causa, manifestó su disconformidad con el pedido de Kreis y pidió a las autoridades celeridad en la resolución de la causa caratulada como homicidio culposo.
El hecho
Mónica Montero, de 46 años, había ingresado al Hospital Zonal “Camilo Muniagurria” de la localidad de Goya, el 24 de diciembre de 2012, alrededor de las 4 de la madrugada, con un cuadro de dolor agudo de abdomen.
Fue atendida por Daniel Kreis, médico que en ese momento se encontraba a cargo de la guardia.
El profesional, sin hacer un diagnóstico de la mujer, ordenó a los enfermeros que le inyectaran una dosis de klosidol, un analgésico a base de dipirona, utilizado generalmente para pacientes que no responden a otros calmantes. Es decir, se trata de una droga que debe ser suministrada en última instancia.
Según detallaron los familiares, una vez medicada, el doctor Kreis se ausentó del hospital y ya no volvió a tomar contacto con su paciente hasta casi la medianoche del día 25, cuando tomó conocimiento que Montero empeoraba, a causa de una reacción adversa al klosidol. De manera inmediata, retiraron la medicación y le suministraron diclofenac, otro calmante.
Sin averiguar las causas de las dolencias que sufría, ni ordenar estudios complementarios, envían a la paciente a terapia intensiva, donde llega a media tarde, ya en estado de coma y no se realizan prácticas médicas para intentar reanimarla.
Mónica Montero falleció a las 20. El certificado de defunción indicaba que la causa de defunción fue shock séptico, abdomen agudo e infección no determinada.
Gonzalo Aranda, hijo de la víctima, realizó la denuncia en la Comisaría 4º de Goya, donde explicó lo sucedido ante el oficial César Fleitas, quien informó a la fiscalía de turno para que se efectivice de forma inmediata la autopsia correspondiente.
Extraoficialmente, algunos profesionales del hospital se acercaron a la familia de la víctima y explicaron detalles sobre los procedimientos que se aplicaron en el tratamiento de Mónica Montero. “Esta mujer no tenía que morir”, aseguraron.