En cuatro años, el 8% de los inmigrantes sin papeles llegados a Estados Unidos han sido venezolanos. Más de 872.000 desde octubre de 2020 , con un pico máximo de 72.000 al mes hace un año. El suyo ha sido un éxodo monumental, agravado tras la pandemia. Ante esta ola de peticionarios de asilo, en octubre de 2022 la Casa Blanca tomó una medida drástica: les forzaría, junto a nicaragüenses, cubanos y haitianos, a pedir asilo desde sus países, buscando patrocinadores económicos que vivieran ya en EE.UU. A quienes llegaran a pie por la frontera, les repatriaría. El primer vuelo de deportación llegó a Caracas en octubre de 2023, coincidiendo con un breve y fútil acercamiento a la dictadura con la intención de convencerla por las buenas de que permitiera elecciones libres. En este tiempo, unos 117.000 venezolanos han ingresado a EE.UU . por esa vía legal, buscando quien les avale, esperando pacientemente su turno en un sitio web diseñado para filtrar su llegada. En verano se desplomaron las llegadas. De aquel pico de 72.000, las detenciones de personas venezolanas sin papeles cayeron a 16.000 en agosto.Dos meses antes, en junio, la Casa Blanca anunció un nuevo endurecimiento de las condiciones de asilo. Era ya precampaña electoral, la inmigración era un problema para Joe Biden, que aun era candidato, y este impuso restricciones al asilo siempre que los cruces fronterizos ilegales superaran un promedio de 2.500 por día. Los que pasaran de ese cupo, serían en su mayoría devueltos a México o repatriados en vuelos exprés. Para esto, fue necesaria la colaboración del expresidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que aceptó recibir a los inmigrantes sobrantes y hasta movilizó a las fuerzas de seguridad para que se llevaran en autobuses a los peticionarios de asilo al sur del país, lejos de la frontera con EE.UU. Noticia Relacionada estandar Si Maduro restringe el retorno de venezolanos con pasaporte vencido Ludmila Vinogradoff | Corresponsal en CaracasLos que ganaron esa suerte de lotería de ser seleccionados a distancia para la residencia tampoco lo tienen ahora todo solucionado. Según reveló el 3 de octubre la cadena CBS, la Administración Biden no prorrogará el estatus legal de quienes llegaron con ese programa. Los venezolanos que ingresaron en los primeros grupos perderán este estatus este mes. A diferencia de afganos y ucranianos que recibieron extensiones, los venezolanos deberán solicitar otro beneficio migratorio, un visado diferente, o abandonar el país. Aunque podrían ser elegibles para el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), esto último requiere demostrar persecución política, y no es fácil. La decisión ha generado reacciones mixtas, con bastantes críticas de progresistas y grupos defensores de la inmigración, mientras ha sido vista de forma positiva por republicanos que han criticado el programa.Condiciones especialesEl TPS es un programa de inmigración que otorga protección temporal contra la deportación a ciudadanos de ciertos países designados que enfrentan conflictos armados, desastres naturales u otras circunstancias extraordinarias. Además, permite a los beneficiarios obtener permisos de trabajo y, en algunos casos, autorización para viajar. El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos es quien otorga y renueva este estatus para los ciudadanos de países que han sido aprobados, como Afganistán, El Salvador, Nicaragua, Sudán, Siria, Ucrania, Venezuela o Yemen.Actualmente, en EE.UU. hay 344.355 venezolanos que se benefician del TPS. Con los del otro programa, suman 461.000 en riesgo de orden de expulsión. Sin embargo, Donald Trump ha manifestado su intención de revocar el TPS para venezolanos si gana las elecciones, lo cual pondría a estos más de 300.000 individuos en riesgo también de repatriación. El Gobierno de EE.UU. teme además que el fraude electoral y la represión chavista vuelva a aumentar el éxodo del pueblo venezolano, que ya suma ocho millones de personas.