Se eleva la tensión entre Italia e Israel tras los ataques del Ejército hebreo a la misión de paz de la ONU en el Líbano. Giorgia Meloni mantuvo este lunes una conversación muy tensa con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu , al que reprochó su desafío a la misión de la ONU, que cuenta con 10.000 soldados de 50 países , siendo el contingente italiano el más importante con 1.000 militares. La ONU denunció este lunes que carros de combate israelíes entraron «por la fuerza» en uno de los puestos de sus cascos azules. Netanyahu dijo a Meloni que las acciones contra Unifil «fueron accidentes». La primera ministra italiana le replicó: «No, fueron ataques deliberados». Después de que Israel lanzara su invasión terrestre contra el Líbano, el Gobierno de Netanyahu pidió a la Unifil que trasladara sus soldados más al norte, pero la fuerza de paz se negó. A partir del 10 de octubre, las fuerzas israelíes comenzaron a atacar las bases de la Unifil. El Ejército israelí afirmó que Hizbolá opera en los alrededores, utilizando a los cascos azules «como escudos humanos».Meloni, hasta ahora uno de los mayores apoyos de Israel entre los líderes europeos, calificó los ataques israelíes de «inaceptables» en su conversación telefónica con Netanyahu. La respuesta de Netanyahu , sin embargo, no fue nada tranquilizadora: reiteró la petición de «retirar las fuerzas de Unifil del Líbano» y afirmó que «no nos detendremos ante los terroristas y haremos todo lo necesario para ganar la guerra».Noticia Relacionada estandar No Qué es UNIFIL, la misión en la que hay 650 soldados españoles Alexia Columba Jerez La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano está en medio del fuego cruzado entre Israel y los miembros de HizboláTensión crecienteLa conversación telefónica no alivió en absoluto la tensión, como se reflejó en el comunicado de Palacio Chigi, sede de la Presidencia del Gobierno de Italia: «La primera ministra Meloni ha reiterado que es inaceptable que FPNUL sea atacada por las fuerzas armadas israelíes, recordando cómo la misión actúa según el mandato del Consejo de Seguridad para contribuir a la estabilidad regional. Subrayó la absoluta necesidad de que la seguridad del personal de Unifil esté siempre garantizada». Meloni rechazó la petición de Netanyahu para que las fuerzas de Unifil se retiren del Líbano, según destacó en su comunicado: «La primera ministra Meloni afirmó estar convencida de que mediante la plena aplicación de la resolución 1701 podemos contribuir a la estabilización de la frontera israelí-libanesa y garantizar el regreso a casa de todas las personas desplazadas». La resolución de la ONU exige un cese total de las hostilidades entre Israel e Hizbolá, la retirada de las fuerzas israelíes del Líbano para ser reemplazadas por fuerzas libanesas y de la Unifil, y el desarme de grupos armados, incluyendo Hizbolá. El comunicado de Palacio Chigi indicó, por último, que «la primera ministra subrayó la urgencia de trabajar en una desescalada de la tensión a nivel regional, renovando la plena disponibilidad de Italia, también como Presidencia de turno del G7, para trabajar en esta dirección». Netanyahu confiaba en encontrar apoyo político en la primera ministra , cuyo partido Hermanos de Italia está hermanado con el Likud en el grupo de los conservadores europeos, que además preside la propia Meloni . Fuentes del Gobierno italiano calificaron como extremadamente tenso el coloquio entre Netanyahu y Meloni. Las mismas fuentes afirmaron que Netanyahu habría pedido a la primera ministra italiana que interviniera ante el secretario general de la ONU, António Guterres, para que las tropas de la Unifil se retiraran de la Línea Azul (la demarcación fronteriza establecida en el año 2000 por las Naciones Unidas). La primera ministra italiana respondió con un no rotundo a la petición de Netanyahu. Le dijo que no ejercerá ninguna presión sobre Guterres, porque tal medida, a petición unilateral de Tel Aviv, socavaría la credibilidad de las Naciones Unidas y de la misión de paz en el Líbano . Guterres, que ha criticado duramente los métodos de la ofensiva israelí en Gaza, ha sido igualmente duro: «Los ataques de Israel contra la Unifil podrían ser crímenes de guerra», dijo el secretario general de la ONU. «El personal de Unifil y sus instalaciones -añadió- nunca deben ser atacados. Los ataques contra las fuerzas de paz son una violación del derecho internacional y del derecho humanitario».Fuentes del Gobierno italiano calificaron como extremadamente tenso el coloquio entre Netanyahu y MeloniReunión del G7 en NápolesItalia trabaja ya en la preparación de otra declaración. El ministro de Defensa, Guido Crosetto, que ha sido también especialmente duro en su condena de los ataques israelíes a la misión de paz de la ONU en el Líbano, está trabajando para llegar a un compromiso el próximo fin de semana, en la reunión del G7 sobre Defensa en Nápoles. Se trata de cambiar función de la misión de la ONU en Líbano para el «mantenimiento de la paz» a «imposición de la paz», como en Kosovo. De este modo, las fuerzas de paz podrían reaccionar ante los ataques a los que se enfrenten. La tensión entre Israel e Italia no se limita a la dura posición del Gobierno Meloni contra Netanyahu. Desde diversos sectores, se critica a Israel en términos hasta ahora desconocidos. Así lo ha hecho el ex primer ministro Romano Prodi, expresidente de la Comisión Europea: « Netanyahu ha superado todos los límites , incluso declaró a Guterres persona ‘non grata’. Tenemos a Israel contra el mundo entero, quiere aprovechar que Estados Unidos está paralizado por las próximas elecciones presidenciales para demostrar la fuerza absoluta de Israel que se convierte en árbitro de todo Oriente Próximo», declaró Prodi a la RAI, al comentar la petición de Netanyahu de retirar las tropas de Unifil del Líbano. «La consecuencia -dijo el ex primer ministro- es que, en este momento, Israel ha desafiado al mundo y se está volviendo impopular. Ya no es el Israel que amábamos. Está distanciando a países que antes eran amigos, pensemos en Italia. No es posible continuar de esta manera». Prodi concluyó de la siguiente manera su análisis sobre la política de Netanyahu: «Creo que a corto plazo un Israel que no acepte árbitros externos será un problema para la política futura. Israel, que se posiciona como árbitro de todo Oriente Próximo y mantiene en jaque al mundo, no puede durar, es una visión de breve periodo».