De buenas a primera la tierra natal del gobernador amenaza convertirse en el polvorín político de la provincia. “Me voy a mi casa para volver a ser intendente de Mercedes”, dijo en una oportunidad sin mucho convencimiento Ricardo Colombi. Sabe que la tarea no será sencilla y hasta podría necesitar ayuda porque el actual intendente, Víctor Cemboraín, es un hueso duro y prometió que se quedará al menos un mandato más al frente de la comuna identificada con el Gauchito Gil.

 

En Mercedes parece que vale todo, porque hasta de una justicia partidizada se desconfía.

 

En medio de esta situación, los apurones de Camau Espínola le jugaron una mala pasada y el proyecto “Gobernador” nació muerto. Siquiera vio la luz este lunes 12 pese a los publicitados anuncios.

 

Con Cemboraín haciendo un acto en soledad y, según dicen, con un justicialismo golpeado en Mercedes, además, sin el anunció de Camau Gobernador. Ricardo Colombi aprovechará tantos mareos y hará su contra acto, para alinear la tropa y seducir a los indecisos para que se pongan de su lado. Es que no es fácil andar dudando en Mercedes, mucho menos si el que se para enfrente de esa duda, es el propio gobernador.

 

Este lunes, finalmente, parece que será para alquilar balcones, camino al Iberá.