¿Por qué el público votó a Marcos en Gran Hermano? ¿Por qué Messi es uno de los mayores líderes culturales del momento? Ambos representan nuevos estilos de liderazgo. ¿Una nueva masculinidad?
Estamos experimentando la explosión de nuevos estilos de liderazgo. Con el COVID se empezó a hablar de la importancia de la resiliencia en el liderazgo. Durante y post Mundial de Fútbol Qatar 2022, se habló muchísimo del caso emblemático del liderazgo de Lionel Messi, que marca un cambio desde el bajo perfil, el reconocimiento del rol de su esposa en su éxito y otras características diferentes en relación al mundo del fútbol tradicional.
Messi, nuevo influencer
Durante un partido con Brasil, cuando el público empezó a arengar en contra de los brasileños, algo muy clásico del folklore del fútbol, con un simple gesto de Messi, todos dejaron de hacerlo de forma automática, sin la necesidad de que el jugador dijera una palabra.
En las empresas, se profundiza en el liderazgo del management, y uno de los aspectos relevantes entre los nuevos estilos de liderazgo es que se enlazan con los nuevos paradigmas de las masculinidades.
En este sentido, se puede ver en ejemplos como el que promueve la importancia de no tomar a las personas en forma de chiste, como fue el caso del futbolista Mac Allister, a quien no le gustaba que le dieran un apodo por ser colorado y fue uno de los impulsores de ese límite.
Marcos, de Gran Hermano
Si bien Marcos Ginocchio, el ganador de Gran Hermano 2023, es un joven súper hegemónico por su belleza, encarna un gran medidor de audiencias.
Marcos Ginocchio es un varón de muy bajo perfil que no confronta, no va al conflicto, pero que sí marca los puntos claramente cuando se siente atacado, pero siempre desde el respeto. Ha manifestado muchas conductas respetuosas también con las mujeres de la casa, por ejemplo, no haciendo comentarios sobre los cuerpos, marcando un rol claro también frente al otro varón, como ser Alfa, que también es una figura fuerte y muy popular del reality. Incluso dentro del programa varias veces se señaló que quizás fuera gay por ser “demasiado respetuoso”.
GH es un gran medidor de audiencias y tracciona el compromiso de esta época. ¿Qué consumimos? ¿Qué marcan las interacciones tan buscadas en la era de las redes sociales? Las marcas y los liderazgos hoy siempre buscan generar esa influencia captando a todos los públicos, y mucho más en el consumo millenial y centennial.
Si bien todos los finalistas del reality tuvieron un gran apoyo, si vamos a los números de Marcos, alcanzó aproximadamente un 40% más de engagement, mientras en otra época no hubiera tenido el mismo impacto.
En primer lugar, porque es una figura que no solamente seduce a las mujeres por su atractivo físico, sino porque generó un alto nivel de fanatismo de los varones centennials de Twitch, o sea los pibes de las nuevas plataformas que lo llaman “el otro Messi”: se van a dormir cuando Marcos se va a dormir, si habla él todos escuchan, piden que solo enfoquen las cámaras con él.
En Facebook, también es alguien muy querido por las llamadas “señoras de Facebook”, que lo ven como el hijo que toda madre quiere tener. En TikTok y Twitter fue traccionando 3 veces más de interacciones que el resto de los finalistas. En Twitter, Marcos y sus fans lideran los trending topics.
Al analizar este fenómeno, lo interesante es verlo como cambio de época, respecto a otras ediciones de Gran Hermano, cuando se hablaba de, por ejemplo, gordofobia, poliamor, consentimiento o acoso, siendo mensajes que se sancionan y que dan muestra del claro cambio generacional que también se está viendo en las empresas.
¿Están los liderazgos y las marcas a tono con estas nuevas narrativas?
Cultura de la influencia
El reality es un experimento social donde se reproduce a pequeña escala la sociedad actual. Así como pasa en las empresas, las redes sociales van marcando ese horizonte que, muchas veces, desde los contenidos de la televisión tradicional, no se puede adaptar totalmente al ritmo que tienen las redes sociales.
Este es el primer GH que, siendo el producto más exitoso de la televisión actual, tiene y recibe un fuerte impacto de la era digital.
Hoy por hoy, cualquier adolescente que maneja redes sociales es creador/a de contenido, entonces crea contenidos a una velocidad impensada, es decir, no solamente no se necesita ver la televisión para poder seguir la historia del reality, sino que esa historia, que antes la manejaba la línea editorial del canal, hoy la manejan las audiencias y esa es la conversación que maneja los votos y eliminaciones del reality.
A la hora en que todos ven el programa ya hubo miles de clips subidos a las distintas plataformas, recortando o editando su propia narrativa de lo que quieren contar.
En TikTok, específicamente, la tasa de viralización es altísima y veloz, con influencers con millones de seguidores que hoy dan contenido al resto de los formatos tradicionales. Surgió la figura de los “fandoms”, grupo de fans por participante que se organizan para viralizar contenido y también –sí- redireccionar los votos.
Gran Hermano: los 6 momentos icónicos de Marcos en la casa
En este punto, se ha visto una contraposición que muestra, por un lado, los valores crispados representados por Alfa, como el machismo tradicional de los baby boomers y todo el paradigma siglo XX.
Por otra parte, un Marcos con un estilo de liderazgo que genera influencia desde los números, con un engagement impensado si se ve con los ojos de los realities con personajes como el de Cristian U, donde levantar conflicto indicaba quién sería al mejor jugador de la casa.
Sin generar conflictos, apoyando a los compañeros, con pocas palabras, se convirtió en el primer finalista. Marcos lidera encuestas desde hace cuatro meses en las redes sociales, los demás participantes no querían ir a placa con él, los reingresos a la casa se pegaron y lo más significativo es que muchos de los que reingresaron empezaron a imitar su comportamiento para generar buena recepción en las audiencias.
Messi y Marcos, influencers y nuevos jugadores culturales
Se habla mucho de lo que es jugar o lo que es un jugador hoy y, en el caso de Gran Hermano, para mí, es una metáfora perfecta de lo que genera influencia hoy en los diferentes públicos, tanto en lo que buscan las marcas, el famoso engagement como también en cómo se arman los liderazgos dentro de las empresas.
Cada vez más retener y motivar a los empleados de una compañía es el principal activo a capturar, y son las nuevas generaciones las que no se sienten atraídas por lo que la compañía representa. Gran parte de las compañías con las que trabajamos hoy llegan para darle “una mirada más millenial a la empresa, descontracturar”, buscando nuevos liderazgos e incluso coacheando a CEOS para este cambio.
Hay un cruce generacional y cosas que todavía no se entienden bien sobre lo que influencia a las nuevas generaciones. Si no se comprenden bien esos valores de época, una empresa queda desfasada para motivar y retener talento.
*Directora ejecutiva de Bridge The Gap