(CNN) -- Millones de personas vieron este lunes en toda la India la inauguración de un inmenso templo hindú, en una ceremonia considerada el momento culminante de las ambiciones nacionalistas hindúes del primer ministro del país, Narendra Modi, meses antes de que intente ganar un excepcional tercer mandato en las elecciones.
La inauguración del Ram Janmabhoomi Mandir —un templo dedicado a Lord Ram— en Ayodhya, al norte de la India, lleva más de 30 años gestándose y se espera que dé un gran impulso a la campaña electoral de Modi.
El Ram Mandir es la realización del sueño de Modi de crear lo que ha llamado una "nueva India", que muchos consideran la transformación del país en una nación claramente hindú.
Para los detractores de Modi, la inauguración del templo es la conclusión de una campaña de décadas para alejar a la India de las raíces laicas sobre las que se fundó el país tras la independencia.
"Hoy llegó nuestro Lord Ram. Tras siglos de paciencia sin precedentes, incontables sacrificios, renuncias y penitencias, nuestro Lord Ram llegó", dijo Modi en un discurso ante una multitud de 7.000 personas —entre las que había estrellas de cine, jugadores de críquet y magnates— desde el templo recién construido y adornado con flores de colores.
"Ram no es una disputa, Ram es la solución", añadió.
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La ceremonia de este lunes cumple una antigua promesa a los votantes por parte de Modi y su gobierno del partido Bharatiya Janata (BJP por sus siglas en inglés) que los impulsó al poder en 2014.
Durante años, Modi y sus aliados políticos prometieron construir un templo en el emplazamiento de una mezquita del siglo XVI que fue destruida por violentos hinduistas de línea dura en un mortífero atentado en 1992 que impulsó el movimiento nacionalista hindú en el país.
La demolición de la mezquita, alentada por el BJP y otros grupos de derechas, catapultó al partido a la política dominante, ganando unas elecciones generales cuatro años después.
Modi no mencionó directamente a la antigua mezquita Babri Masjid en su discurso ni a los musulmanes del país, muchos de los cuales sienten dolor y tristeza por los acontecimientos que se han desarrollado en Ayodhya. Sí habló de avanzar y del "comienzo de un nuevo ciclo temporal".
"Desde hoy, desde este momento sagrado, tenemos que sentar las bases para los próximos 1.000 años. Al avanzar en la construcción del templo, ahora todos juramos construir una India nacional, capaz, exitosa, hermosa y divina", dijo Modi.
Polémica por el nuevo templo de la India
Aunque millones de hindúes celebraron la apertura del esperado complejo, que consideran el lugar de nacimiento de Lord Ram, para la minoritaria población musulmana del país es un doloroso recordatorio de las divisiones religiosas que temen se estén acentuando bajo el gobierno del BJP de Modi.
En el emplazamiento del templo se encontraba la mezquita Babri Masjid, del siglo XVI, construida durante el imperio mogol, que gobernó la India de 1526 a 1858.
Pero la ubicación ha sido objeto de disputa durante décadas.
Muchos hindúes creen que la mezquita se construyó sobre las ruinas de un templo hindú, supuestamente destruido por Babar, el primer emperador mogol del sur de Asia.
En 1992, alentados por el BJP y otros grupos de derechas, los hinduistas de línea dura atacaron la mezquita, desencadenando una violencia comunal generalizada que dejó a más de 2.000 personas muertas en todo el país.
En los años siguientes, los nacionalistas hindúes se unieron para construir el Ram Mandir en el lugar de la mezquita destruida, preparando el escenario para un enfrentamiento emocional y políticamente cargado que duró décadas.
"Líneas difusas" entre religión y Estado
Otros han acusado a Modi de "militarizar" la fe hindú y utilizar el Templo de Ram para obtener beneficios políticos.
"Las objeciones incluyen el hecho de que Modi no es un líder religioso y, por tanto, no está calificado para dirigir la ceremonia, y que un templo hindú no puede consagrarse antes de que esté terminado", señala un comunicado de Hindus for Human Rights, un grupo de defensa sin ánimo de lucro con sede en Estados Unidos.
Modi "se apresuró a presentarlo él mismo y es el último intento de convertir el hinduismo en un arma en nombre de la ideología nacionalista represiva del BJP, antes de las elecciones nacionales de mayo", añade la declaración.
Modi llegó al poder en 2014 con la promesa de reformar la economía del país y marcar el comienzo de una nueva era de desarrollo, pero también impulsó con fuerza la agenda hindutva, una ideología que cree que India debe convertirse en una tierra para los hindúes.
Su promesa de construir el Ram Mandir contribuyó a ese éxito electoral inicial.
Se espera que la inauguración del templo, de este lunes, aumente las posibilidades de Modi de ganar un excepcional tercer mandato en unas elecciones generales previstas para más adelante este año, tras haber cumplido su promesa a millones de votantes.
En el periodo previo a la inauguración, Modi ayunó y rezó en un ritual de 11 días impregnado de simbolismo religioso hindú. Como parte de los rituales, Modi visitó santuarios y templos vinculados a Lord Ram en todo el país.
Los devotos hindúes acuden en masa a presenciar la inauguración
El templo abrirá para el público este martes y se espera que atraiga a grandes multitudes.
Entre los que ya hicieron el viaje se encuentra Urmila Chandravanshi, de 90 años, que recorrió más de 700 kilómetros desde el estado central de Chhattisgarh.
Aplaudiendo y cantando "victoria a Lord Ram", dijo que estaba encantada de estar en Ayodhya y dio crédito a Modi por la apertura del templo.