El prelado hizo lo que indica el Código de Derecho Canónico y envió su dimisión al papa Francisco. El lunes último se cumplieron 17 años del inicio de su ministerio episcopal en esta provincia y antes, por seis años, fue obispo de Reconquista, Santa Fe.
El domingo último, el arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, cumplió 75 años, edad a la que los prelados deben presentar su renuncia al Papa. Es por ello que el lunes, día en que se cumplieron exactamente 17 años del inicio de su ministerio pastoral en el Taragüí, envió su dimisión al Vaticano.
De este modo, ahora solo resta esperar que desde Roma envíen la aceptación y que monseñor Andrés la reciba (vía Nunciatura) y se convierta así en emérito. En tanto que desde el Arzobispado de Corrientes ya está todo diagramado para que el 27 de diciembre, José Adolfo Larregain, actual prelado coadjutor, suceda a Stanovnik como Arzobispo de Corrientes.
Hay que rememorar que en noviembre, en el marco de la entrega de la distinción de Ciudadano Ilustre al arzobispo emérito, Domingo Salvador Castagna, época pudo dialogar con monseñor Andrés en la residencia del pastor retirado, ubicada en el Solar Histórico de la Cruz de los Milagros.
Allí, con la presencia también de Larregain, Stanovnik le dijo a este medio cuáles eran sus sensaciones a semanas de convertirse en emérito. "El sentimiento más profundo que vivo es el del agradecimiento. Cuando fui designado en esta Arquidiócesis yo no lo esperaba. Para mí fue realmente una bendición poder pasar de Reconquista (Santa Fe), donde fui obispo durante seis años, a Corrientes, que es otro mundo y lo digo en el sentido positivo. Es diferente porque este pueblo tiene valores propios realmente extraordinarios, que hacen a la fe", valoró.
"Uno de los regalos más hermosos que recibí en todos estos años en el Taragüí es la devoción a María. La tenía de mi familia, de donde venía, pero se acentuó con este impacto hondo que percibí aquí y me contagió el pueblo de Corrientes. De modo que esto lo agradezco profundamente", completó.
Por otra parte, al consultarle sobre si se sintió respaldado por la comunidad, el religioso bonaerense indicó que "una de las emociones más hondas que viví en estos años fue la oración de este pueblo por su obispo enfermo. Cuando me tocó estar esos meses con una enfermedad tan seria y complicada (fue operado de cáncer en 2019) realmente fue impactante".
Andrés Stanovnik nació en Buenos Aires el 15 de diciembre de 1949, en el seno de una familia de inmigrantes eslovenos. El 2 de setiembre de 1978 fue ordenado sacerdote en el santuario porteño de Nuestra Señora del Rosario de Nueva Pompeya. El 16 de diciembre de 2001, recibió la ordenación episcopal en la Catedral de la Inmaculada Concepción, de Reconquista. Seis años después, asumió como arzobispo de Corrientes en reemplazo de Domingo Salvador Castagna. El 27 de diciembre se convertirá, formalmente, en arzobispo emérito de Corrientes.