El obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramón Canecin, aseguró que las Madres “son las intérpretes de la voluntad de Dios para abrirse al don de la maternidad” durante la homilía que pronunció en la Catedral, en la noche del domingo con motivo de celebrarse el Día de la Madre. “La cultura que estamos viviendo, no siempre considera los valores tradicionales de la vida” planteó el obispo.



Monseñor Adolfo Ramon Canecin planteó en una parte de su predicación que “las culturas son cambiantes” y en esa línea aseguró que “la cultura que estamos viviendo, no siempre considera los valores tradicionales de la vida, como el matrimonio de un varón y una mujer, la familia y la maternidad”.



Asimismo, consideró: “Si la humanidad pierde el valor de la maternidad, se priva del valor más profundo que Dios quiso manifestar a traves de la mujer mamá”.



Agradeció a las madres “en nombre de todos los hijos y de todas las épocas”.



“Todos los días en mi oración hablo mucho con mi mamá y mi papá, les digo ́ ustedes que están con Dios, denle un beso al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Dale un abrazo a la Virgen y a San José. Siempre pido que ellos intercedan en la comunión de los santos” afirmó el obispo.



Aseguro “aquellos que tenemos nuestras madres que han nacido a la vida eterna, tenemos la certeza de que están con Dios en un punto de llegada que es la Casa del Padre y, eso nos llena de gozo y de paz”.



Por eso, subrayó, celebrar el Día de la Madre es “dar gracias en nombre de todos los hijos, por abrirse al don de la maternidad”.



Reitero que “la cultura de hoy, le cuesta valorar la maternidad y se privan de algo precioso, quizá lo más grande que Dios puede regalar a traves de la mujer, que es una vida para este mundo, para que luego en la casa del Padre haya muchos, porque Dios quiere que todos estemos en su casa” relacionando con el salmo 22 cantado previamente: “habitare en la Casa del Señor, por muy largo tiempo”.



Destacó que los esposos –según el Concilio Vaticano II°- “son los intérpretes de la voluntad de Dios para abrirse al don de la maternidad y de la paternidad”.



“Hay muchas que a lo mejor Dios no les regalo el don de la maternidad, pero se abrieron a la maternidad en la adopción, la maternidad del corazón que es también verdadera maternidad. Dios se alegra porque ustedes reflejan la ternura del corazón de Dios al acunar la vida. Dios ha querido que tengamos vida y vida en abundancia” destacó.



Por último, monseñor Canecin pidió "una acción de gracias profunda por nuestras madres" y llamó a contemplar "a la Virgen Maria", al recordar que ella es "modelo de toda madre”, y profundizó “es tan grande el don de la Madre que hasta Dios ha querido tener una y por eso lo tiene a María”.-