Pasadas las 20 de este jueves en la iglesia Catedral, el arzobispo Andrés Stanovnik celebró la misa Cena del Señor y realizó el lavatorio de pies a fieles.
En su homilía en Jueves Santo, el arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, pidió "ser Iglesia sinodal, abierta a todos y sin distinción".
Al respecto acentuó seguidamente, no quedarse "esperando a que la gente venga, sino salirla a buscar para anunciarles a Jesús y para invitarla a celebrarlo juntos".
"Sigamos aprendiendo de Él", exhortó el prelado al presidir la ceremonia en la Iglesia Catedral.
"Hoy, Jueves Santo, iniciamos el sagrado Triduo Pascual, con la conmemoración de la Última Cena de Jesús con sus discípulos. En esa cena hubo signos claros y fuertes que señalaron en qué consiste el verdadero triunfo de Jesús, y de todo aquel que entra en amistad con Él. Repasemos juntos esos signos", señaló en el comienzo de su mensaje.
En este sentido resaltó que "el primer signo es Jesús que convoca a sentarse con él a la mesa", el segundo es "lavatorio de los pies", un gesto que "lo representamos no solo como una memoria de lo que hizo Jesús, sino como mensaje para que también nosotros hagamos lo mismo con nuestros hermanos".
También resaltó el gesto "en el servicio humilde a los demás está la grandeza del ser humano. Su fortaleza se mide por ese único modo de servicio: el modo humilde".
En su llamado a ser una iglesia en acción, en busca del otro, Stanovnik pidió también "ver cómo estar cerca, cuidar y acompañar a los que sufren, a los enfermos, a los que están solos, y en especial a aquellos a quienes el alimento no les alcanza y revuelven los tachos de basura en nuestras calles".