Acompañado por el padre Diego Alberto Villalba, el obispo diocesano llegó hasta el rincón más lejano de la Diócesis de Goya, el paraje Ibicuy en el departamento de Monte Caseros, Corrientes para celebrar junto a esa comunidad el día de su santo patrono y el aniversario número ochenta de la fundación de esa capilla.



Durante nueve días rezaron la novena patronal con el lema “Queremos ser esa Iglesia, sencilla y ministerial” y se reflexionó el novenario diocesano.



Como cada año, el 7 de agosto, cientos de feligreses concurren a la capilla de San Cayetano para honrar al santo patrono de la paz, el pan y el trabajo. La capilla ubicada en Paraje Ibicuy recibe a centenares de fieles quienes manifiestan su fe llegando al lugar ya sea caminando o en vehículos.



El obispo Adolfo Canecin, destacó que, con la intercesión de San Cayetano, celebremos y actuemos viviendo como un verdadero tiempo de gracia esta novena y fiesta patronal, anhelando ser la iglesia que Cristo soñó al fundar”.



Al reflexionar el lema que identificó a esta fiesta patronal dijo que: “La iglesia sencilla y ministerial busca volver a los principios del cristianismo, centrándose en la simplicidad de la fe y el servicio” y animó a “buscar una comunidad auténtica y comprometida”.



Ánimo a la comunidad que sea “un ambiente donde todos son alentados a usar sus dones y talentos para el bien común”. La novena y fiesta patronal es “un tiempo muy especial que nos regala Dios para acercarnos a nuestros hermanos y compartir la vida comunitaria”.



“Que San Cayetano nos ayude a que como Iglesia Diocesana salgamos al encuentro de todos y con entusiasmo, procuremos caminar juntos, dando testimonio de tu Presencia” y agregó: “Celebrar la fiesta patronal es celebrar nuestra vocación a la santidad, a la que estamos todos llamados. ¡Demos gracias a Dios y renovemos nuestras súplicas para que nuestra comunidad sea fiel al evangelio!”.-