El obispo diocesano, monseñor Adolfo Ramon Canecin, presidió el 5 de marzo la misa del Miércoles de Ceniza en la Iglesia Catedral “Nuestra Señora del Rosario” de Goya, declarado templo jubilar en el Año de la Esperanza. “La cuaresma nos prepara para vivir el misterio central de nuestra fe” destacó el obispo, planteando tres llamados a la conversión: “como peregrinos, en la sinodalidad y, la esperanza”.



Allí, monseñor Adolfo Canecin aseguró “iniciamos con toda la Iglesia este tiempo fuerte y especial: la cuaresma que nos prepara para vivir el misterio central de nuestra fe, la Pascua”.



Destaco la participación de los niños en esta misa, que “en el fondo es una invitación muy linda, porque, hay que hacerse como niños para entrar en el Reino de los Cielos. Que la presencia de los niños nos ayude a todos a tener muy presente en esta Cuaresma, para ver, si podemos recuperar tener el corazón de un niño, un corazón confiado, capaz de abandonarse en las manos de nuestro Dios”.



“Que podamos iniciar hoy un camino de verdadera conversión, por eso, tengamos muy presente esta expresión, que no sea de ´angaú´(mentiras en guaraní) y cada uno sabrá aplicarlo a su propia vida y de afrontar con la penitencia la lucha contra el espíritu del mal” expreso el obispo.



Pidió a los feligreses que se ofrezca esta santa misa por la salud del Papa Francisco “en la cuaresma que toda la Iglesia hoy iniciamos como una gran intercesión por el Santo Padre, por su vida, su salud, por su ministerio y por su intención. Tengamos una profunda gratitud por lo que Dios ya nos ha regalado en la vida y en el ministerio del Papa Francisco”.



El obispo subrayó que la Palabra de Dios nos invita a “volver a aquel de la cual salimos y de la que quizás nos apartamos” y animo a tener en cuenta el Evangelio, que nos presenta los medios de como volver “la oración, el ayuno-conversión y la limosna-caridad”.



Monseñor Adolfo Canecin animo a tener en cuenta el mensaje del Santo Padre Francisco donde reflexiona en su mensaje para la Cuaresma del Año jubilar sobre el “caminar juntos”, planteando tres llamados a la conversión: “como peregrinos, en la sinodalidad, y la esperanza”.



Recordó que la Cuaresma, que este año comprende del 5 de marzo al 17 abril, “enriquecida por la gracia del Año jubilar”, el Papa Francisco reflexiona sobre el significado de “caminar juntos en la esperanza y descubrir las llamadas a la conversión que la misericordia de Dios nos dirige a todos, de manera personal y comunitaria”.



Dijo que “la vocación de la Iglesia es caminar juntos, ser sinodales”, afirmando que “el Espíritu Santo nos impulsa a salir de nosotros mismos para ir hacia Dios y hacia los hermanos, y nunca a encerrarnos en nosotros mismos”.



Por último, insistió en vivir “este camino juntos en la esperanza de una promesa. La esperanza que no defrauda (cf. Rm 5,5), mensaje central del Jubileo, sea para nosotros el horizonte del camino cuaresmal hacia la victoria pascual”.-