La Iglesia celebra la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. El obispo diocesano, monseñor Adolfo Ramón Canecin, hizo llegar su adhesión en esta celebración, mediante un mensaje grabado distribuido por el Equipo Diocesano de la Pastoral de las Comunicaciones. Expreso su “cercanía” y, estímulo a “todos los comunicadores a seguir adelante en la vocación de comunicar el Evangelio, generando la cultura del encuentro desde la verdad, propiciando la fraternidad universal y el cuidado de la casa común”.

“Hablar con el corazón, en la verdad y en el amor”, es el lema de la 57ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que la Iglesia celebrará este domingo 21 de mayo, solemnidad de la Ascensión del Señor.

La Santa Sede hizo público el mensaje del Papa Francisco para esta jornada, en el que resalta que es el corazón el que nos mueve a una comunicación abierta y acogedora.

El pontífice destaca como “uno de los ejemplos más luminosos” a San Francisco de Sales, doctor de la Iglesia. De él se podía decir que “las palabras dulces” multiplican los amigos y un lenguaje amable favorece las buenas relaciones.

Francisco subraya en su mensaje que “no debemos tener miedo a proclamar la verdad, aunque a veces sea incómoda” y añade: “Solo escuchando y hablando con un corazón puro podemos ver más allá de las apariencias y superar los ruidos confusos que, también en el campo de la información, no nos ayudan a discernir en la complejidad del mundo en que vivimos".

"La llamada -añade- a hablar con el corazón interpela radicalmente nuestro tiempo, tan propenso a la indiferencia y a la indignación, a veces sobre la base de la desinformación, que falsifica e instrumentaliza la verdad”, afirmó el Papa.

La Jornada Mundial de la Comunicación Social se viene celebrando en la Iglesia desde 1967 y fue instituida por expresa voluntad del Concilio Vaticano II.

Se celebra en numerosos países, por recomendación de los obispos del mundo (Inter Mirífica, Art. 18; Instrucción Pastoral Comunión y Progreso Nos. 100 y 167), el domingo de la solemnidad de la Ascensión del Señor.