Policiales

Motochorro preso luego de sufrir un siniestro de tránsito

Crédito: 41803

Junto a un cómplice arrebató un teléfono e iniciaron la fuga en motocicleta. Pero a la cuadra rozaron con un automóvil y cayeron. Continuaron el escape a la carrera. Uno de ellos fue perseguido por un policía que lo detuvo cuando quería esconderse en una casa.



Un “motochorro” resultó detenido por un efectivo de la Policía de Corrientes cuando escapaba corriendo de cometer un arrebato junto a un cómplice, quien en cambio zafó y evitó su captura. Ambos maleantes, a poco de iniciar el escape, cayeron con una moto al piso al rozar con un auto en una esquina del barrio Bañado Norte.



El ladrón apresado, en un intento desesperado, entró a una vivienda ajena pero no pudo impedir que el policía lo descubriera, redujera y recuperara el aparato electrónico.



El autor del ilícito tiene 19 años, responde al apellido Ramírez, tendría antecedentes penales y vive en el populoso barrio Cichero.



Todo comenzó alrededor de las 16:30 en inmediaciones a la esquina de Juan B. Justo y Gobernador Gelabert, donde un par de “motochorros” sustrajo el celular a una mujer.



La damnificada, según fuentes oficiales, “optó seguir en su automóvil” a los ladrones hasta que en la intersección de Gobernador Gallino y Felipe Cabral los fugitivos perdieron el control de la motocicleta y cayeron a la cinta asfáltica cuando realizaron una maniobra para no impactar contra otro vehículo.



Los malvivientes entonces se pusieron de pie y como se vieron en peligro (ya que había testigos) decidieron retomar el escape, esta vez a pie, y dejaron abandonada una Honda Wave 110 gris.

Uno de los ladrones, seguido por un hombre, corrió sobre calle Gallino hasta doblar en Juan B. Justo, donde para mala suerte suya se topó con el oficial subayudante Walter Nelson Segovia, numerario de la comisaría Sexta, quien justo se aprestaba a cubrir un servicio de custodia adicional en una empresa cercana.



El policía, al saber que estaba ante un episodio delictivo, no dudó y corrió al malhechor hasta una casa a la cual éste ingresó en un intento de “no caer preso”. De esa manera lo atrapó y tras un breve forcejeo pudo colocarle las esposas mientras solicitaba apoyo.

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