La víctima fue identificada como Rocío Zappa, quien en la noche del sábado vivió un violento intento de robo ocurrido en la intersección de calles San Lorenzo y Necochea. Dos delincuentes en motocicleta quisieron robarle su teléfono celular y ella se resistió, tras lo cual, le efectuaron dos disparos. La joven tiene pérdida de movilidad en cuatro dedos y está a la espera de que los médicos definan si le quitan el proyectil alojado en el músculo del brazo izquierdo.
Una joven de 22 años resultó gravemente herida de dos disparos en un intento de robo ocurrido el sábado a la noche en inmediaciones de las calles Necochea y San Lorenzo, mientras se dirigía a visitar a un conocido. El lamentable hecho sucedió cuando Rocía Zappa caminaba hacia la casa de un amigo y al transitar por la calle San Lorenzo, media cuadra antes de llegar a la intersección de General Paz, fue interceptada por dos delincuentes en moto que intentaron robarle su celular.
La joven se habría resistido a entregar el aparato y eso provocó que los delincuentes extrajeran un revolver y le dispararan a quemarropa, impactando dos de los disparos en su brazo izquierdo. Debido al hecho de no poder quedarse con el aparato, los motochorros se dieron a la fuga a toda velocidad y efectuaron varios disparos más contra una camioneta que intentó cerrarles el paso para que no escaparan.
La víctima, de 22 años, fue derivada al hospital Escuela en una ambulancia de Salud Pública y desde ese nosocomio, dialogó con Sudamericana, para contar lo que vivió esa noche. “Dentro de todo estoy bien”, dijo en Sudamericana mostrando un enorme vendaje en su brazo izquierdo, en cuyo músculo tiene alojada una de las balas que recibió.
Mientras tanto, los médicos evalúan si retiran el proyectil, pero Rocío contó que tiene pérdida de sensibilidad en cuatro dedos. “A quien le pase que entregue todo porque no te dejan otra opción”, dijo la joven que fue víctima del hecho, recordando que “nadie me ayudó”, a pesar de que a pocos metros había una persona sentada frente a una agencia de remises y estaba en una zona transitada a esa hora.
“No me ayudó ni el de la remisería, ni el de la camioneta”, dijo, en referencia al conductor de un rodado que, en principio intentó cerrar el paso a los ladrones, pero que al escuchar los disparos escapó. “Me levanté como pude y caminé unos pasos hasta que los vecinos me ayudaron”, agregó la estudiante de la carrera de Veterinaria, que expresó que los asaltantes tienen entre 20 y 25 años, pero no los podría reconocer.